'Anillos' en la Biblia
Harás también en el pectoral dos anillos de oro, y colocarás los dos anillos en los dos extremos del pectoral.
Pondrás los dos cordones de oro en los dos anillos en los extremos del pectoral.
Harás {otros} dos anillos de oro y los pondrás en los dos extremos del pectoral, en el borde que da al lado interior del efod.
Y harás {otros} dos anillos de oro y los pondrás en la parte inferior de las dos hombreras del efod, en la parte delantera, cerca de su unión sobre el cinto tejido del efod.
Atarán el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón azul, para que esté sobre el cinto tejido del efod, y para que el pectoral no se desprenda del efod.
Todos aquellos de corazón generoso, tanto hombres como mujeres, vinieron {y} trajeron broches, pendientes, anillos y brazaletes, {toda clase de} objetos de oro; cada cual, pues, presentó una ofrenda de oro al SEÑOR.
Hicieron también dos {engastes de} filigrana de oro y dos anillos de oro, y pusieron los dos anillos en los dos extremos del pectoral.
Y pusieron los dos cordones de oro en los anillos al extremo del pectoral.
Hicieron {otros} dos anillos de oro y {los} colocaron en los dos extremos del pectoral, en el borde que da al lado interior del efod.
E hicieron otros dos anillos de oro, y los pusieron en la parte inferior de las dos hombreras del efod, delante, cerca de su unión, sobre el cinto tejido del efod.
Ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón azul, para que estuviera sobre el cinto tejido del efod y para que el pectoral no se desprendiera del efod, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
Por tanto, hemos traído al SEÑOR, como ofrenda, lo que cada hombre ha hallado: objetos de oro, pulseras, brazaletes, anillos, pendientes y collares, para hacer expiación por nosotros ante el SEÑOR.
{Había colgaduras} de lino blanco y violeta, sostenidas por cordones de lino fino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol, {y} lechos de oro y plata sobre un pavimento mosaico de pórfido, de mármol, de alabastro y de piedras preciosas.
Trajeron una piedra y la pusieron sobre la boca del foso; el rey la selló con su anillo y con los anillos de sus nobles, para que nada pudiera cambiarse de lo ordenado en cuanto a Daniel.