'Caminos' en la Biblia
¿Qué bien preparas tu camino para buscar amor! Por eso aun a las malvadas has enseñado tus caminos.
Alza tus ojos a las alturas desoladas y mira: ¿dónde no te has prostituido? Junto a los caminos te sentabas para ellos como el árabe en el desierto, y has profanado la tierra con tu prostitución y tu maldad.
Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: ``No andaremos {en él.}"
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: Enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.
Porque si en verdad enmendáis vuestros caminos y vuestras obras, si en verdad hacéis justicia entre el hombre y su prójimo,
Y sucederá que si ellos de verdad aprenden los caminos de mi pueblo, jurando en mi nombre: ``Vive el SEÑOR", así como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, serán restablecidos en medio de mi pueblo.
Los aventaré con el bieldo en las puertas del país; {los} privaré de hijos, destruiré a mi pueblo, {pues} no se arrepintieron de sus caminos.
Porque mis ojos {están puestos} sobre todos sus caminos, que no se me ocultan, ni su iniquidad está encubierta a mis ojos.
Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.
Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `He aquí, estoy preparando una calamidad contra vosotros y tramando un plan contra vosotros. Volveos, pues, cada uno de su mal camino y enmendad vuestros caminos y vuestras obras.'"
``Pues bien, mi pueblo me ha olvidado, queman incienso a dioses vanos, y se han desviado de sus caminos, de las sendas antiguas, para andar por senderos, no por calzada,
Ahora bien, enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz del SEÑOR vuestro Dios, y el SEÑOR se arrepentirá del mal que ha pronunciado contra vosotros.
grande en consejo y poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus obras.