'Columna' en la Biblia
Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por columna, y derramó aceite sobre ella.
y esta piedra que he puesto por columna, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste la columna, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora, y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tus padres.
Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por columna.
Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta columna, que he erigido entre tú y yo.
Testigo sea este majano, y testigo sea esta columna, que ni yo pasaré contra ti este majano, ni tú pasarás contra mí este majano ni esta columna, para mal.
Y Jacob erigió una columna en el lugar donde había hablado con él, una columna de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite.
Y puso Jacob una columna sobre su sepultura; ésta es la columna de la sepultura de Raquel hasta hoy.
Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles; a fin de que anduviesen de día y de noche.
Él nunca quitó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Y el Ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó, e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos, se apartó, y se puso a sus espaldas,
Y aconteció a la vela de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y perturbó el campamento de los egipcios.
Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.
Y todo el pueblo miraba la columna de nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, y todo el pueblo se levantaba, cada uno a la puerta de su tienda, y adoraba.
Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a Miriam; y salieron ambos.
Y lo dirán a los moradores de esta tierra; los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que ojo a ojo aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego;
Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo.
Mas cuando la llama comenzó a subir de la ciudad, una columna de humo, los benjamitas miraron hacia atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo.
Y en vida, Absalón había tomado y levantado para sí una columna, la cual está en el valle del rey; porque había dicho: Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre. Y llamó aquella columna de su nombre; y así se ha llamado Columna de Absalón, hasta hoy.
Y vació dos columnas de bronce, la altura de cada una era de dieciocho codos; y rodeaba a una y a otra columna un cordón de doce codos.
Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y levantó la columna de la mano derecha, y le puso por nombre Jaquín; y levantó la columna de la mano izquierda, y llamó su nombre Boaz.
Y cuando miró, he aquí que el rey estaba junto a la columna, conforme era la costumbre, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, gritó: ¡Traición, traición!
Y el rey se puso en pie junto a la columna, e hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, y sus testimonios, y sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.
La altura de una columna era de dieciocho codos y tenía encima un capitel de bronce, y la altura del capitel era de tres codos; y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; y semejante obra había en la otra columna con la red.
y mirando, vio al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompetistas junto al rey, y todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y tocaban trompetas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y dijo: ¡Traición! ¡Traición!
Y con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir.
Tú, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni la columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir.
En columna de nube hablaba con ellos; guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado.
¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, perfumada de mirra y de incienso, y de todo polvo aromático?
Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como columna de humo.
En aquel tiempo habrá altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y una columna a Jehová junto a su frontera.
Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, y como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.
En cuanto a las columnas, la altura de la columna era de dieciocho codos, y un hilo de doce codos la rodeaba; y su grueso era de cuatro dedos, y hueca.
Y el capitel de bronce que había sobre ella, era de altura de cinco codos, con una red y granadas en el capitel alrededor, todo de bronce; y lo mismo era lo de la segunda columna con sus granadas.