'Cubiertos' en la Biblia
Y las aguas prevalecieron mucho en gran manera sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
Quince codos encima prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes.
También hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertos y sus tazones con que se había de cubrir el pan, de oro fino.
y trajeron sus ofrendas delante del SEÑOR: seis carros cubiertos, y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey; lo cual ofrecieron delante del tabernáculo.
Envió entonces a Eliaquim, mayordomo de la casa {real,} con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz.
Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.
Los que te odian serán cubiertos de vergüenza, y la tienda de los impíos no existirá más.
Sean avergonzados y humillados a una los que buscan mi vida para destruirla; sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia los que se complacen en mi mal.
Sean avergonzados y humillados los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia los que se complacen en mi mal.
Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que buscan mi mal.
Los montes fueron cubiertos de su sombra; y sus ramas como cedros de Dios.
Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.
Y deshará en este monte la máscara de la cobertura con que están cubiertos todos los pueblos; y el velo que está extendido sobre todos los gentiles.
Y envió a Eliacim mayordomo, y a Sebna escriba, y a los Ancianos de los Sacerdotes, cubiertos de cilicio, a Isaías, el profeta, hijo de Amoz.
Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de violencia, y obra de iniquidad está en sus manos.
ochenta hombres vinieron de Siquem, de Silo y de Samaria, con las barbas rapadas, las vestiduras rasgadas y cubiertos de incisiones, y {con} ofrendas de cereal e incienso en sus manos, para llevar{los} a la casa del SEÑOR.
diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
Otros fueron apedreados, otros cortados en piezas, otros tentados, otros muertos a espada; otros anduvieron perdidos cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados,