'Dado' en la Biblia
Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá.
Y por mí fue dado mandamiento, y buscaron; y hallaron que aquella ciudad de tiempo antiguo se ha levantado contra los reyes y se ha rebelado, y se ha formado en ella sedición;
Ahora, pues, dad orden que cesen aquellos hombres, y que no sea esa ciudad reedificada hasta que por mí sea dado mandamiento.
Y ahora, si al rey parece bien, búsquese en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que por el rey Ciro había sido dado mandamiento para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén, y envíenos a decir la voluntad del rey sobre esto.
Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos judíos, para edificar esta casa de Dios; que de la hacienda del rey, que tiene del tributo del otro lado del río, los gastos sean dados luego a aquellos varones, para que no cesen.
Y lo que fuere necesario, becerros y carneros y corderos, para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado cada día, sin falta;
También es dado por mí mandamiento, que cualquiera que altere este decreto, le sea arrancado un madero de su casa, y alzado, sea colgado en él, y su casa sea hecha muladar por esto.
Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya a todo rey y pueblo que pusiere su mano y lo altere para destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalén. Yo Darío he dado el decreto; sea hecho prestamente.
Este Esdras subió de Babilonia, el cual era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y el rey le concedió todo lo que pidió, según la mano de Jehová su Dios era sobre él.
Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas, ir contigo a Jerusalén, vaya.
Y por mí el rey Artajerjes es dado mandamiento a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os demandare Esdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prestamente,
Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de nuestro grande delito, ya que tú eres nuestro Dios, nos has castigado menos de lo que nuestras iniquidades merecieron, y nos has dado tan grande liberación:
Todos estos habían tomado esposas extranjeras; y algunos de ellos tenían esposas que les habían dado hijos.