'David' en la Biblia
Estos fueron los hijos de David que le nacieron en Hebrón: el primogénito, Amnón, de Ahinoam jezreelita; el segundo, Daniel, de Abigail carmelita;
Todos {estos fueron} los hijos de David, además de los hijos de las concubinas; y Tamar {fue} hermana de ellos.
Bet-marcabot, Hazar-susim, Bet-birai y Saaraim. Estas {fueron} sus ciudades hasta el reinado de David.
Y estos son los que David puso sobre el servicio del canto en la casa del SEÑOR, después que el arca descansó {allí}.
Los hijos de Tola {fueron} Uzi, Refaías, Jeriel, Jahmai, Jibsam y Samuel, jefes de sus casas paternas. {Los hijos} de Tola {fueron} hombres fuertes y valientes en sus generaciones; su número en los días de David {era} de veintidós mil seiscientos.
El total de los que fueron escogidos para porteros en los umbrales {era} de doscientos doce. Estos fueron inscritos por genealogía en sus aldeas, a los cuales David y el vidente Samuel pusieron en sus puestos de confianza.
y no consultó al SEÑOR. Por tanto, El le quitó la vida y transfirió el reino a David, hijo de Isaí.
Entonces se congregó todo Israel en torno a David en Hebrón, y dijeron: He aquí, hueso tuyo y carne tuya somos.
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel, conforme a la palabra del SEÑOR por medio de Samuel.
Entonces fue David con todo Israel a Jerusalén, es decir, Jebús, y estaban allí los jebuseos, habitantes de la tierra.
Y los habitantes de Jebús dijeron a David: No entrarás aquí. Pero David capturó la fortaleza de Sion, es decir, la ciudad de David.
Y David había dicho: El que primero hiera a un jebuseo será jefe y comandante. Y Joab, hijo de Sarvia, subió primero, y fue hecho jefe.
David habitó en la fortaleza; por tanto fue llamada la ciudad de David.
David se engrandecía cada vez más, y el SEÑOR de los ejércitos {estaba} con él.
Estos son los jefes de los valientes que tenía David, quienes le dieron fuerte apoyo en su reino, junto con todo Israel, para hacerlo rey, conforme a la palabra del SEÑOR concerniente a Israel.
Y éstos {constituyen} la lista de los valientes que tenía David: Jasobeam, hijo de Hacmoni, jefe de los treinta; él blandió su lanza contra trescientos a los cuales mató de una sola vez.
El estaba con David en Pasdamim cuando los filisteos se reunieron allí para la batalla; y había una parcela llena de cebada, y el pueblo huyó delante de los filisteos,
Descendieron tres de los treinta jefes a la roca {donde estaba} David, en la cueva de Adulam, mientras el ejército de los filisteos acampaba en el valle de Refaim.
David {estaba} entonces en la fortaleza, mientras la guarnición de los filisteos {estaba} en Belén.
David sintió un gran deseo, y dijo: ¡Quién me diera de beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!
Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
He aquí, fue el más distinguido entre los treinta, pero no igualó a los tres; y David lo puso sobre su guardia.
Y estos son los que vinieron a David en Siclag, mientras aún se ocultaba por causa de Saúl, hijo de Cis. Eran de los hombres valientes que {le} ayudaron en la guerra.
También de los de Gad se pasaron a David en la fortaleza en el desierto, hombres fuertes y valientes, entrenados para la guerra, diestros con el escudo y la lanza, cuyos rostros eran como rostros de leones, y {eran} tan ligeros como las gacelas sobre los montes.
Entonces vinieron algunos de los hijos de Benjamín y Judá a David a la fortaleza.
Y salió David a su encuentro, y les habló, diciendo: Si venís a mí en paz para ayudarme, mi corazón se unirá con vosotros; pero si {venís} para entregarme a mis enemigos, ya que no hay maldad en mis manos, que el Dios de nuestros padres {lo} vea y decida.
Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, {el cual dijo:} Tuyos {somos,} oh David, y contigo {estamos,} hijo de Isaí. Paz, paz a ti, y paz al que te ayuda; ciertamente tu Dios te ayuda. Entonces David los recibió y los hizo capitanes del grupo.
Algunos de Manasés se pasaron también a David, cuando éste iba con los filisteos a la batalla contra Saúl. Pero {éstos} no les ayudaron, porque los príncipes de los filisteos, después de tomar consejo, lo despidieron, diciendo: A costa de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl.
Ellos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos eran hombres fuertes y valientes, y fueron capitanes en el ejército.
Porque día tras día se pasaban {hombres} a David para ayudarlo, hasta que hubo un gran ejército, como un ejército de Dios.
Y estos son los números de los escuadrones equipados para la guerra, que vinieron a David en Hebrón para transferirle el reino de Saúl, conforme a la palabra del SEÑOR:
De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, que por nombre fueron designados para venir y hacer rey a David.
De Zabulón {había} cincuenta mil que salieron con el ejército, que podían ponerse en orden de batalla con toda clase de armas de guerra y que ayudaron a {David} sin doblez de corazón.
Todos éstos, hombres de guerra, que podían ponerse en orden de batalla, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para hacer rey a David sobre todo Israel; también todos los demás de Israel eran de un mismo parecer para hacer rey a David.
Y estuvieron allí con David tres días, comiendo y bebiendo, porque sus parientes habían hecho provisión para ellos.
Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, es decir, con todos los jefes.
Y David dijo a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien, y si es del SEÑOR nuestro Dios, enviemos {mensaje} a todas partes, a nuestros parientes que permanecen en toda la tierra de Israel, y también a los sacerdotes y a los levitas que están con ellos en sus ciudades {y} tierras de pastos, para que se reúnan con nosotros;
Entonces David congregó a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para traer el arca de Dios de Quiriat-jearim.
Y subió David con todo Israel a Baala, {es decir,} a Quiriat-jearim, que pertenece a Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios el SEÑOR, que está {sobre} los querubines, donde se invoca {su} nombre.
David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas {sus} fuerzas, con cánticos y liras, con arpas, panderos, con címbalos y trompetas.
Entonces David se enojó porque el SEÑOR había estallado en ira contra Uza; y llamó aquel lugar Pérez-uza hasta el día de hoy.
David tuvo temor a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo puedo traer a mí el arca de Dios?
Así que David no llevó consigo el arca a la ciudad de David, sino que la hizo llevar a la casa de Obed-edom geteo.
Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David, con madera de cedro, albañiles y carpinteros, para edificarle una casa.
Y comprendió David que el SEÑOR lo había confirmado por rey sobre Israel, {y} que su reino había sido exaltado en gran manera por amor a su pueblo Israel.
Entonces David tomó más mujeres en Jerusalén, y engendró David más hijos e hijas.
Al oír los filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, todos los filisteos subieron en busca de David; y cuando David se enteró, salió contra ellos.
David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y el SEÑOR le dijo: Sube, porque los entregaré en tu mano.
Entonces subieron a Baal-perazim, y David los derrotó allí. Y dijo David: Dios ha abierto brecha entre mis enemigos por mi mano, como brecha de aguas. Por eso llamó aquel lugar Baal-perazim.
Y ellos abandonaron allí sus dioses, y David ordenó que fueran quemados.
David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas contra ellos; dales un rodeo por detrás, y sal a ellos frente a las balsameras.
David hizo tal como Dios le había mandado, e hirieron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
La fama de David se extendió por todas aquellas tierras, y el SEÑOR puso el terror de David sobre todas las naciones.
Y {David} hizo para sí casas en la ciudad de David, y preparó un lugar para el arca de Dios y levantó una tienda para ella.
Entonces David dijo: Nadie ha de llevar el arca de Dios sino los levitas; porque el SEÑOR los escogió para llevar el arca de Dios y servirle para siempre.
Y congregó David a todo Israel en Jerusalén para subir el arca del SEÑOR al lugar que había preparado para ella.
Entonces David hizo llamar a los sacerdotes Sadoc y Abiatar y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab,
Entonces David habló a los jefes de los levitas para que designaran a sus parientes los cantores, con instrumentos de música, arpas, liras y címbalos muy resonantes, alzando la voz con alegría.
Fue, pues, David con los ancianos de Israel y los capitanes sobre miles a traer con alegría el arca del pacto del SEÑOR desde la casa de Obed-edom.
David iba vestido de un manto de lino fino, también todos los levitas que llevaban el arca, asimismo los cantores y Quenanías, director de canto {entre} los cantores. David además llevaba encima un efod de lino.
Y sucedió que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró por la ventana, y vio al rey David saltando y regocijándose; y lo despreció en su corazón.
Y trajeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había levantado para ella, y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Dios.
Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR.
Entonces en aquel día David, por primera vez, puso en manos de Asaf y sus parientes {este salmo} para dar gracias al SEÑOR:
Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa, y David se volvió para bendecir su casa.
Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.
Entonces Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.
Ve y di a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR: `Tú no me edificarás casa para que yo habite en ella.
Ahora pues, así dirás a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Yo te tomé del pastizal, de seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel.
Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: ¿Quién soy yo, oh SEÑOR Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
¿Qué más te puede {decir} David en cuanto al honor {concedido} a tu siervo? Porque tú conoces a tu siervo.
Y sea confirmado y engrandecido tu nombre para siempre, al decirse: ``El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, es Dios para Israel; y que la casa de tu siervo David sea establecida delante de ti."
Después de esto, sucedió que David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó Gat y sus aldeas de mano de los filisteos.
Y derrotó a Moab, y los moabitas fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo.
David derrotó también a Hadad-ezer, rey de Soba, {cerca de} Hamat, cuando éste iba a establecer su dominio en el río Eufrates.
David le tomó mil carros y siete mil hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó todos los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.
Cuando vinieron los arameos de Damasco en ayuda de Hadad-ezer, rey de Soba, David mató a veintidós mil hombres de los arameos.
Entonces David puso {guarniciones} en Aram de Damasco; y los arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.
Tomó David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.
Asimismo tomó David una gran cantidad de bronce de Tibhat y de Cun, ciudades de Hadad-ezer, con el cual Salomón hizo el mar de bronce, las columnas y los utensilios de bronce.
Y cuando Tou, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,
envió a su hijo Adoram al rey David para saludarlo y bendecirlo, porque había peleado contra Hadad-ezer y lo había derrotado, pues Hadad-ezer había estado en guerra con Tou. Y {Adoram trajo} toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce,
que el rey David dedicó también al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había tomado de todas estas naciones: de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.
Puso guarniciones en Edom, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y el SEÑOR daba la victoria a David dondequiera que iba.
David reinó sobre todo Israel, y administraba justicia y derecho a todo su pueblo.
y Benaía, hijo de Joiada, {era} jefe de los cereteos y peleteos; y los hijos de David {eran} los primeros junto al rey.
Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, porque su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David mensajeros para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas a {ver a} Hanún para consolarlo,
los príncipes de los amonitas dijeron a Hanún: ¿Crees tú que David está honrando a tu padre porque te ha enviado consoladores? ¿No han venido a ti sus siervos para reconocer, para destruir y para espiar la tierra?
Entonces Hanún tomó a los siervos de David y los rapó, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.
Y {algunos} fueron y le avisaron a David acerca de los hombres. Y él envió {gente} a su encuentro, porque los hombres estaban muy humillados. Y el rey dijo: Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y {después} volved.
Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros y hombres de a caballo de Mesopotamia, de Aram-maaca y de Soba.
Cuando David se enteró, envió a Joab y a todo el ejército de los valientes.
Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó {frente} a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los arameos, {éstos} pelearon contra él.
Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil {hombres} de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.
Cuando los siervos de Hadad-ezer vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los arameos no quisieron ayudar más a los hijos de Amón.
Y aconteció que en la primavera, en el tiempo en que los reyes salen {a la guerra,} Joab sacó el ejército y devastó la tierra de los hijos de Amón, y fue y puso sitio a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y Joab hirió a Rabá y la destruyó.
David tomó la corona de la cabeza de su rey, y halló que pesaba un talento de oro y que tenía en ella una piedra preciosa; y fue puesta sobre la cabeza de David. Sacó además una gran cantidad de botín de la ciudad.