'Después' en la Biblia
Entró luego , y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver aquella maldita, y sepultadla; que al fin es hija de rey.
Entonces él dijo: Prendedlos vivos. Y después que los tomaron vivos, los degollaron junto al pozo de la casa de esquileo, cuarenta y dos varones, sin dejar ninguno de ellos.
Partiéndose luego de allí se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él le dio su mano y lo hizo subir consigo en el carro.
Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los hirieron a cuchillo; y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad del templo de Baal,
Después tomó los centuriones, y capitanes y los de la guardia, y a todo el pueblo de la tierra, y llevaron al rey desde la Casa del SEÑOR, y vinieron por el camino de la puerta de los de la guardia a la casa del rey; y se sentó sobre el trono de los reyes.
Y Amasías hijo de Joás rey de Judá, vivió después de la muerte de Joás hijo de Joacaz rey de Israel, quince años.
Edificó él a Elat, y la restituyó a Judá, después que el rey durmió con sus padres.
En el SEÑOR Dios de Israel puso su esperanza; después ni antes de él no hubo otro como él en todos los reyes de Judá.
Y tomó Ezequías las letras de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la Casa del SEÑOR, y las extendió Ezequías delante del SEÑOR.
Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria, y el plomo de la casa de Acab; y yo limpiaré a Jerusalén como se limpia un vaso, que después que lo han limpiado, lo vuelven sobre su faz.
Y después dijo: ¿Qué título es este que veo? Y los de la ciudad le respondieron: Este es el sepulcro del varón de Dios que vino de Judá, y profetizó estas cosas que tú has hecho sobre el altar de Bet-el.
No hubo tal rey antes de él que así se convirtiese al SEÑOR de todo su corazón, y de toda su alma, y de todas su fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro tal.
Y estas son sus descendencias: el primogénito de Ismael, Nebaiot; después Cedar, Adbeel, Mibsam,
Después entró Hezrón a la hija de Maquir padre de Galaad, la cual tomó siendo él de sesenta años, y ella le dio a luz a Segub.
Estos son a los que David dio cargo de las cosas de la música de la Casa del SEÑOR, después que el arca tuvo reposo.
Los cuales servían delante de la tienda del tabernáculo del testimonio en cantares, hasta que Salomón edificó la Casa del SEÑOR en Jerusalén; después estuvieron en su ministerio según su costumbre.
Entrando él después a su mujer ella concibió, y dio a luz un hijo, al cual puso por nombre Bería; por cuanto había estado en aflicción en su casa.
Y Saharaim engendró hijos en la provincia de Moab, después que dejó a Husim y a Baara que eran sus mujeres.
El principal era Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; y Jeziel, y Pelet, hijos de Azmavet, y Beraca, y Jehú anatotita;
Asaf era el primero, el segundo después de él Zacarías, Jeiel, Semiramot, Jeiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom, y Jehiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; y Asaf resonaba con címbalos;
Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, despertaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos, y afirmaré su reino.
Después de estas cosas aconteció que David hirió a los filisteos, y los humilló; y tomó a Gat y a sus villas de mano de los filisteos.
Después de estas cosas aconteció que murió Nahas rey de los hijos de Amón, y reinó en su lugar su hijo.
Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer con los filisteos; e hirió Sibecai husatita a Sipai, del linaje de los gigantes; y fueron humillados.
Después mandó David que se juntasen los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, e hizo de ellos canteros, que labrasen piedras para edificar la Casa de Dios.
El cuarto del cuarto mes era Asael hermano de Joab, y después de él Zebadías su hijo; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.
Después de Ahitofel era Joiada hijo de Benaía, y Abiatar. Y Joab era el general del ejército del rey.
Ahora pues, delante de los ojos de todo Israel, congregación del SEÑOR, y en oídos de nuestro Dios, guardad y buscad todos los preceptos del SEÑOR vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.
Después de esto David dijo a toda la congregación: Bendecid ahora al SEÑOR vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo al SEÑOR Dios de sus padres; e inclinándose adoraron delante del SEÑOR, y del rey.
sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda y gloria, cual nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal.
Y contó Salomón todos los varones extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.
los hijos de los que habían quedado en la tierra después de ellos, a los cuales los hijos de Israel no destruyeron del todo, hizo Salomón tributarios hasta hoy.
Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que había traído al rey. Después se volvió y se fue a su tierra con sus siervos.
Después de ella tomó a Maaca hija de Absalón, la cual le dio a luz a Abías, a Atai, Ziza, y Selomit.
Y cuando el rey iba a la Casa del SEÑOR, venían los de la guardia, y los traían, y después los volvían a la cámara de la guardia.
después de él, el príncipe Johanán, y con él doscientos y ochenta mil;
Y después de algunos años descendió a Acab a Samaria; por lo que mató Acab muchas ovejas y bueyes para él, y para el pueblo que había venido con él; y le persuadió que fuese con él a Ramot de Galaad.
Después de todo esto el SEÑOR lo hirió en las entrañas de una enfermedad incurable.
Hizo, pues , lo malo en ojos del SEÑOR, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.
Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y lo derribaron, y también sus altares; y quebraron sus imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.
Tomó después los centuriones, y los principales, y los que gobernaban el pueblo; y a todo el pueblo de la tierra, y llevó al rey de la Casa del SEÑOR; y viniendo hasta el medio de la puerta mayor de la casa del rey, sentaron al rey sobre el trono del reino.
Y todo el pueblo del país hizo alegrías; y la ciudad estuvo quieta; después que mataron a Atalía a cuchillo.
Después de esto aconteció que Joás tuvo voluntad de reparar la Casa del SEÑOR.
Y Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a Joás, hijo de Joacaz hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara.
Y vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz rey de Israel.
Edificó él a Elot, y la restituyó a Judá después que el rey durmió con sus padres.
Asimismo Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a Maasías hijo del rey, y a Azricam su mayordomo, y a Elcana, segundo después del rey.
Hechas todas estas cosas, salió todo Israel, los que se habían hallado allí , por las ciudades de Judá, y quebraron las imágenes y destruyeron los bosques, y derribaron los altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después se volvieron todos los hijos de Israel, cada uno a su posesión y a sus ciudades.
Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los Asirios, entró en Judá, y asentó campamento contra las ciudades fuertes, y determinó de entrar en ellas.
Después de esto Senaquerib rey de los asirios, estando él sobre Laquis y con él toda su potencia, envió sus siervos a Jerusalén, para decir a Ezequías rey de Judá, y a todo Judá que estaba en Jerusalén:
Y muchos trajeron presente al SEÑOR a Jerusalén; y a Ezequías rey de Judá, ricos dones; y fue muy grande delante de todos los gentiles después de esto.
Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén; y no vino sobre ellos la ira del SEÑOR en los días de Ezequías.
Después de esto edificó el muro de afuera de la ciudad de David, al occidente de Gihón en el valle, y a la entrada de la puerta del pescado, y cercó a Ofel, y lo alzó muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fuertes por Judá.
A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra, y la Casa, envió a Safán hijo de Azalía, y a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen la Casa del SEÑOR su Dios.
Los cuales vinieron a Hilcías, sumo sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la Casa del SEÑOR, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todas las reliquias de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto a Jerusalén.
Y después aderezaron para sí y para los sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de los sebos; por tanto, los levitas aderezaron para sí, y para los sacerdotes hijos de Aarón.
Después de todas estas cosas, luego de haber Josías preparado la Casa, Necao rey de Egipto subió a hacer guerra en Carquemis junto a Eufrates; y salió Josías contra él.
Mas después que nuestros padres se ensañaron contra el Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruyó esta Casa, e hizo transportar el pueblo a Babilonia.
Mas ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Porque nosotros hemos dejado tus mandamientos,
Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de nuestro delito grande (ya que tú, Dios nuestro, estorbaste que fuésemos oprimidos a causa de nuestras iniquidades, y nos diste semejante escapadura);
Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, príncipe de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.
Después de él restauraron sus hermanos, Bavai hijo de Henadad, príncipe de la mitad de la región de Keila.
Después de él se enfervorizó a restaurar Baruc hijo de Zabai la otra medida, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.
Después de él restauraron los sacerdotes, los varones de la campiña.
Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías, hijo de Maasías hijo de Ananías, cerca de su casa.
Después de él restauró Binúi hijo de Henadad la otra medida, desde la casa de Azarías hasta el rincón de la esquina.
Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.
Después de ellos restauraron los tecoítas la otra medida, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.
Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta oriental.
Tras él restauró Hananías hijo de Selemías, y Hanún hijo sexto de Salaf, la otra medida. Después de él restauró Mesulam, hijo de Berequías, enfrente de su cámara.
Después de él restauró Malquías hijo del platero, hasta la casa de los netineos y de los tratantes, enfrente de la puerta del Juicio, y hasta la sala de la esquina.
Después miré, y me levanté, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
Sucedió pues, que cuando la sombra llegó a las puertas de Jerusalén antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no entrasen carga.
Después de estas cosas, el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agageo, y lo ensalzó, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él.
Después de esto Mardoqueo se volvió a la puerta del rey, y Amán se fue corriendo a su casa, enlutado y cubierta su cabeza.
Porque Mardoqueo judío fue segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y acepto a la multitud de sus hermanos, procurando el bien de su pueblo, y hablando paz para toda su simiente.
Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día.
Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después lo que viniere.
¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.
y después desde esta mi piel rota, y desde mi propia carne tengo que ver a Dios.
Soportadme, y yo hablaré; y después que hubiere hablado, escarneced.
Porque ¿qué deleite tendrá el de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses?
Como después sanan los hijos, crecen con el grano; salen y nunca más vuelven a ellas.
Y aconteció que después que habló el SEÑOR estas palabras a Job, el SEÑOR dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros, porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job.
Y después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
Al Vencedor: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta. Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades rae mis rebeliones.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria.
Los metió después en los términos de su santidad, en este monte que ganó su mano derecha.
Después entró Israel en Egipto, y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.
Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y contra Aarón el santo del SEÑOR.
Y después son menoscabados, y abatidos de tiranía; de males y congojas.
El justo que camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él.
Sabroso es al hombre el pan de mentira; mas después su boca será llena de cascajo.
Lazo es al hombre el devorar lo santo, y andar pesquisando después de los votos.
Prepara tus labores de afuera, y disponlas en tu heredad; y después edificarás tu casa.
No salgas a pleito presto, no sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado.
El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua.
No hay memoria de los primeros, ni tampoco de los postreros habrá memoria en los que serán después.
Después volví yo a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos; y la locura (porque ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?).