'Donde' en la Biblia
y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fue hallado el muerto, lavarán sus manos sobre la novilla cuya cerviz fue quebrada en el valle;
Contigo habitará en medio de ti, en el lugar que él escoja en una de tus ciudades donde le parezca bien; no lo maltratarás.
Y vendrás a ser {motivo de} horror, proverbio y burla entre todos los pueblos donde el SEÑOR te lleve.
Dirá El entonces: `` ¿Dónde están sus dioses, la roca en que buscaban refugio,
Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y dijo: Sí, los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran.
Y antes que se acostaran, ella subió al terrado {donde} ellos {estaban,}
Sin embargo, dejaréis entre vosotros y ella una distancia de unos dos mil codos. No os acerquéis a ella para saber el camino por donde debéis ir, porque no habéis pasado antes por este camino.
y ordenadles, diciendo: ``Tomad doce piedras de aquí, de en medio del Jordán, del lugar donde los pies de los sacerdotes están firmes, y llevadlas con vosotros y colocadlas en el alojamiento donde habéis de pasar la noche."
Entonces Josué levantó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde habían estado los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto, y allí permanecen hasta hoy.
Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y así lo hizo Josué.
Respondieron ellos a Josué: Somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quiénes sois, y de dónde venís?
Y sucedió que a la hora de la puesta del sol, Josué dio órdenes y los bajaron de los árboles, y los echaron en la cueva donde se habían escondido; y sobre la boca de la cueva pusieron grandes piedras {que permanecen} hasta el día de hoy.
Porque los hijos de José eran dos tribus, Manasés y Efraín; y ellos no dieron a los levitas ninguna porción en {su} tierra, sino ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para sus ganados y para sus posesiones.
``Y habitará en esa ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, {y} hasta la muerte del que sea sumo sacerdote en aquellos días. Entonces el homicida volverá a su ciudad y a su casa, a la ciudad de donde huyó."
y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: El SEÑOR ordenó por medio de Moisés que se nos dieran ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para nuestro ganado.
``Mas si la tierra de vuestra posesión es inmunda, entonces pasad a la tierra de la posesión del SEÑOR, donde está el tabernáculo del SEÑOR, y tomad posesión entre nosotros. Pero no os rebeléis contra el SEÑOR, ni os rebeléis contra nosotros edificándoos un altar aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios.
A sus pies él se encorvó, cayó, quedó tendido; a sus pies se encorvó {y} cayó; donde se encorvó, allí quedó muerto.
Entonces Gedeón le respondió: Ah señor mío, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: `` ¿No nos hizo el SEÑOR subir de Egipto?" Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
Entonces Zebul le dijo: ¿Dónde está ahora tu jactancia con la cual decías: `` ¿Quién es Abimelec para que le sirvamos?" ¿No es éste el pueblo que despreciabas? Ahora pues, sal y pelea contra él.
Y la mujer fue y se lo dijo a su marido, diciendo: Un hombre de Dios vino a mí, y su aspecto era como el aspecto del ángel de Dios, muy imponente. Yo no le pregunté de dónde {venía,} ni él me hizo saber su nombre.
Y los príncipes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará mil cien {piezas} de plata.
Dijo, pues, Dalila a Sansón: Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo se te puede atar para castigarte.
Entonces ella le dijo: ¿Cómo puedes decir: ``Te quiero", cuando tu corazón no está conmigo? Me has engañado estas tres veces y no me has declarado dónde reside tu gran fuerza.
Y el hombre salió de la ciudad, de Belén de Judá, para residir donde encontrara {lugar;} y mientras proseguía su camino, llegó a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía.
Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Soy un levita de Belén de Judá; y voy a residir donde encuentre {lugar.}
En aquellos días no había rey en Israel. Y por aquel tiempo la tribu de los danitas buscaba para sí una heredad donde habitar, porque hasta entonces ésta no se le había asignado como posesión entre las tribus de Israel.
Cuando entréis, llegaréis a un pueblo confiado, con una tierra espaciosa que Dios la ha entregado en vuestras manos; es un lugar donde no falta nada de lo que hay sobre la tierra.
Y alzó sus ojos y vio al viajero en la plaza de la ciudad; y el anciano dijo: ¿A dónde vas y de dónde vienes?
Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta {que se hizo} de día.
Pero el pueblo, los hombres de Israel, se reanimaron, y se pusieron otra vez en orden de batalla en el lugar donde se habían puesto el primer día.
Salió, pues, del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá.
Pero Rut dijo: No insistas que te deje {o} que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo {será} mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Donde tú mueras, {allí} moriré, y allí seré sepultada. Así haga el SEÑOR conmigo, y aún peor, si {algo, excepto} la muerte, nos separa.
Fíjate en el campo donde ellas siegan y síguelas, pues he ordenado a los siervos que no te molesten. Cuando tengas sed, ve a las vasijas y bebe {del agua} que sacan los siervos.
Entonces su suegra le dijo: ¿Dónde espigaste y dónde trabajaste hoy? Bendito sea aquel que se fijó en ti. Y ella informó a su suegra con quién había trabajado, y dijo: El hombre con el que trabajé hoy se llama Booz.
Y sucederá que cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta; irás, descubrirás sus pies y te acostarás; entonces él te dirá lo que debes hacer.
Cuando llegó a {donde estaba} su suegra, {ésta} dijo: ¿Cómo te fue, hija mía? Y le contó todo lo que el hombre había hecho por ella.
cuando la lámpara de Dios aún no se había apagado y Samuel estaba acostado en el templo del SEÑOR donde {estaba} el arca de Dios,
Y el carro llegó al campo de Josué el bet-semita y se detuvo allí donde {había} una gran piedra; y ellos partieron la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al SEÑOR.
Entonces Saúl dijo a su criado: Bien dicho; anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde {estaba} el hombre de Dios.
Entonces Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta y {le} dijo: Te ruego que me enseñes dónde está la casa del vidente.
Después llegarás a la colina de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y sucederá que cuando llegues a la ciudad, allá encontrarás a un grupo de profetas que descienden del lugar alto con arpa, pandero, flauta y lira delante de ellos, y estarán profetizando.
Y entre los desfiladeros por donde Jonatán intentaba cruzar a la guarnición de los filisteos, {había} un peñasco agudo por un lado, y un peñasco agudo por el otro lado; el nombre de uno era Boses y el nombre del otro Sene.
Cuando ambos se mostraron a la guarnición de los filisteos, éstos dijeron: Mirad, los hebreos salen de las cavernas donde se habían escondido.
pero David iba y venía de donde estaba Saúl a Belén para apacentar el rebaño de su padre.
Y dijo Isaí a su hijo David: Lleva ahora a tus hermanos un efa de grano tostado y estos diez panes, y corre al campamento a {donde están} tus hermanos.
Yo saldré y me pondré al lado de mi padre en el campo donde tú te encuentres, y hablaré con mi padre de ti; si descubro algo, te avisaré.
Huyó, pues, David y escapó, y fue a {donde estaba} Samuel en Ramá, y le contó todo lo que Saúl le había hecho. Y él y Samuel fueron y se quedaron en Naiot.
Entonces él mismo fue a Ramá, y llegó hasta el pozo grande que está en Secú; y preguntó, diciendo: ¿Dónde están Samuel y David? Y {alguien} dijo: He aquí, están en Naiot en Ramá.
Cuando hayas estado {ausente} tres días, descenderás aprisa y vendrás al lugar donde te escondiste el día de {aquel} suceso, y permanecerás junto a la piedra de Ezel.
David se levantó y huyó aquel día de Saúl, y fue a {donde estaba} Aquis, rey de Gat.
Entonces respondió Doeg edomita, que estaba junto a los siervos de Saúl, y dijo: Yo vi al hijo de Isaí venir a Nob, a {donde estaba} Ahimelec, hijo de Ahitob.
Y sucedió que cuando Abiatar, hijo de Ahimelec, huyó a {donde estaba} David en Keila, descendió {con} un efod en la mano.
Y Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a {donde estaba} David en Hores, y le fortaleció en Dios.
Id ahora, aseguraos, investigad y ved dónde está su escondite, {y} quién le ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto.
Mirad entonces, reconoced todos los escondites donde se oculta, regresad a mí cuando estéis seguros, y yo iré con vosotros; y sucederá que si estuviera en la tierra, he de hallarle entre todos los miles de Judá.
Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde {había} una cueva, y Saúl entró {en ella} para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.
Se levantó David y vino al lugar donde Saúl había acampado. Y vio David el lugar donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, el comandante de su ejército; Saúl dormía en medio del campamento y el pueblo estaba acampado alrededor de él.
Entonces habló David a Ahimelec hitita y a Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo a {donde está} Saúl en el campamento? Y Abisai dijo: Yo descenderé contigo.
Esto que has hecho no es bueno. Vive el SEÑOR, {todos} vosotros ciertamente deberíais morir, porque no protegisteis a vuestro señor, el ungido del SEÑOR. Y ahora, mira dónde está la lanza del rey y la vasija de agua que {estaba} a su cabecera.
Y Aquis decía: ¿Dónde atacasteis hoy? Y David respondía: Contra el Neguev de Judá, contra el Neguev de Jerameel y contra el Neguev de los ceneos.
Partió, pues, David, él y los seiscientos hombres que {estaban} con él, y llegaron hasta el torrente Besor, {donde} se quedaron algunos rezagados.
Y David le dijo: ¿De quién eres tú, y de dónde eres? Y él dijo: Soy un joven de Egipto, siervo de un amalecita; mi amo me dejó atrás cuando me enfermé hace tres días.
Cuando David llegó a {donde estaban} los doscientos hombres que, demasiado fatigados para seguir a David, se habían quedado en el torrente Besor, {éstos} salieron al encuentro de David y del pueblo que {estaba} con él, y David se acercó al pueblo y los saludó.
a los de Hebrón y a todos los lugares por donde David y sus hombres habían andado.
Y David le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Me he escapado del campamento de Israel.
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿De dónde eres? Y él respondió: Soy hijo de un extranjero, un amalecita.
Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con el regatón de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y sucedió que todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.
Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no {lo} sabía.
El rey le dijo: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar.
Así que cuando Joab asediaba la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que {había} hombres valientes.
Llegaste {apenas} ayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera ir? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad.
Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, he aquí, Husai arquita salió a su encuentro con su manto desgarrado y polvo sobre la cabeza.
Entonces el rey dijo: ¿Y dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en Jerusalén, pues ha dicho: ``Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre."
Iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra; y de él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.
Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer y dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les dijo: Ellos han pasado el arroyo. Buscaron, y al no encontrar{los,} regresaron a Jerusalén.
David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo {en posesión} de los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet-sán, donde los filisteos los habían colgado el día que los filisteos mataron a Saúl en Gilboa,
Y hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de {gran} estatura que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total; él también descendía del gigante.
Después de él, {fue} Sama, hijo de Age ararita. Los filisteos se habían concentrado en tropa donde había un terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido de los filisteos.
También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos {de tiro} y los corceles al lugar donde debieran estar.
También hizo el pórtico del trono donde había de juzgar, el pórtico del juicio, y fue cubierto de cedro desde el suelo hasta el techo.
Y la casa donde él había de morar, {en} otro atrio dentro del pórtico, era de la misma hechura. Hizo también una casa como este pórtico para la hija de Faraón que Salomón había tomado {por mujer}.
En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés puso allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo {pacto} con los hijos de Israel cuando salieron de la tierra de Egipto.
Y se fue por otro camino, no regresó por el camino por donde había ido a Betel.
Y su padre les dijo: ¿Por dónde se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá.
Y he aquí, pasaron unos hombres y vieron el cadáver tirado en el camino y el león que estaba junto al cadáver; y fueron y {lo} dijeron en la ciudad donde vivía el anciano profeta.
Y sucedió que después de haberlo enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; poned mis huesos junto a sus huesos.
Y él le respondió: Dame a tu hijo. Y él lo tomó de su regazo y lo llevó a la cámara alta donde él vivía, y lo acostó sobre su propia cama.
Le hablarás, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: ` ¿Has asesinado, y además has tomado posesión {de la viña}?'" También le hablarás, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán tu sangre, tu misma {sangre}.'"
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías? Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
Y aconteció que un día pasaba Eliseo por Sunem, donde había una mujer distinguida, y ella le persuadió a que comiera. Y así fue que siempre que pasaba, entraba allí a comer.
Entonces él entró y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿Dónde has estado, Giezi? Y él respondió: Tu siervo no ha ido a ninguna parte.
Te rogamos que nos dejes ir al Jordán, para que cada uno de nosotros tome de allí una viga, y nos hagamos allí un lugar donde habitar. Y él dijo: Id.
Entonces el hombre de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y {lo} echó allí, e hizo flotar el hierro.
Y él dijo: Id y ved donde está, y enviaré a prenderlo. Y le avisaron, diciendo: He aquí, está en Dotán.
Y él respondió: Si el SEÑOR no te ayuda, ¿de dónde te podré ayudar? ¿De la era o del lagar?
Y Eliseo habló a la mujer, a cuyo hijo él había devuelto la vida, diciendo: Levántate y vete, tú y tu casa, y reside donde puedas residir, porque el SEÑOR ha llamado al hambre que vendrá sobre la tierra por siete años.
Temían al SEÑOR y servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro.
`` ¿Dónde están los dioses de Hamat y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim, de Hena y de Iva? ¿Cuándo han librado ellos a Samaria de mi mano?
`` ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva?"