'Eres' en la Biblia
Con el sudor de tu rostro comerás {el} pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Ahora pues, maldito eres de la tierra, que ha abierto su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
Entonces el SEÑOR dijo a Noé: Entra en el arca tú y todos los de tu casa; porque he visto que {sólo} tú eres justo delante de mí en esta generación.
Y sucedió que cuando se acercaba a Egipto, dijo a Sarai su mujer: Mira, sé que eres una mujer de hermoso parecer;
Di, por favor, que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y para que yo viva gracias a ti.
Y {Agar} llamó el nombre del SEÑOR que le había hablado: Tú eres un Dios que ve; porque dijo: ¿Estoy todavía con vida después de verle?
Pero Dios vino a Abimelec en un sueño de noche, y le dijo: He aquí, eres hombre muerto por razón de la mujer que has tomado, pues está casada.
Oyenos, señor nuestro: eres un príncipe poderoso entre nosotros; sepulta a tu difunta en el mejor de nuestros sepulcros, {pues} ninguno de nosotros te negará su sepulcro para que sepultes a tu difunta.
y dijo: ¿De quién eres hija? Dime, te ruego, ¿hay en la casa de tu padre lugar para hospedarnos?
Entonces le pregunté: `` ¿De quién eres hija?" Y ella contestó: ``Hija de Betuel, hijo de Nacor, que le dio a luz Milca"; y puse el anillo en su nariz, y los brazaletes en sus manos.
Entonces Abimelec dijo a Isaac: Vete de aquí, porque tú eres mucho más poderoso que nosotros.
de que no nos harás ningún mal, así como nosotros no te hemos tocado y sólo te hemos hecho bien, y te hemos despedido en paz. Tú eres ahora el bendito del SEÑOR."
Entonces él fue a su padre, y dijo: Padre mío. Y {éste} respondió: Aquí estoy. ¿Quién eres, hijo mío?
Isaac entonces dijo a Jacob: Te ruego que te acerques para palparte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú.
Y le preguntó: ¿Eres en verdad mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy.
Y su padre Isaac le dijo: ¿Quién eres? Y él respondió: Soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.
Y le dijo Labán: Ciertamente tú eres hueso mío y carne mía. Y {Jacob} se quedó con él todo un mes.
Y Labán dijo a Jacob: ¿Acaso porque eres mi pariente has de servirme de balde? Hazme saber cuál será tu salario.
Y ordenó al primero, diciendo: Cuando mi hermano Esaú te encuentre y te pregunte, diciendo: `` ¿De quién eres y adónde vas, y de quién son estos {animales que van} delante de ti?",
No hay nadie más grande que yo en esta casa, y nada me ha rehusado excepto a ti, pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios?
Entonces Judá se le acercó, y dijo: Oh señor mío, permite a tu siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como Faraón mismo.
Rubén, tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder.