'Eres' en la Biblia
Y él me dijo: `` ¿Quién eres?" Y le respondí: ``Soy amalecita."
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿De dónde eres? Y él respondió: Soy hijo de un extranjero, un amalecita.
Y miró atrás Abner, y dijo: ¿Eres tú Asael? Y él respondió: Yo soy.
Ve y di a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR: ` ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para morar {en ella}?
Oh Señor DIOS, por eso tú eres grande; pues no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Ahora pues, oh Señor DIOS, tú eres Dios, tus palabras son verdad y tú has prometido este bien a tu siervo.
Y {había} un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, y lo llamaron ante David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu servidor.
Entonces Natán dijo a David: Tú eres aquel hombre. Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Yo te ungí rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl.
Y Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puerta; y sucedía que todo aquel que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Absalón lo llamaba y decía: ¿De qué ciudad eres? Y {éste} respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
Y el rey dijo a Itai geteo: ¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el rey, porque eres un extranjero y también un desterrado; {regresa} a tu lugar.
También el rey dijo al sacerdote Sadoc: ¿{No} eres vidente? Regresa en paz a la ciudad, y vuestros dos hijos con vosotros, tu hijo Ahimaas, y Jonatán, hijo de Abiatar.
El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. He aquí, estás {prendido} en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario.
Pero Joab le dijo: Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias, las llevarás otro día; no llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto.
Y decid a Amasa: `` ¿No eres hueso mío y carne mía? Así haga Dios conmigo y aun más si no has de ser comandante del ejército delante de mí para siempre en lugar de Joab."
Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Entonces ella le dijo: Escucha las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.
con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz.
Porque tú eres mi lámpara, oh SEÑOR; el SEÑOR alumbra mis tinieblas.