'Estáis' en la Biblia
Y viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?
Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y sacrifiquemos al SEÑOR.
``Así que no contaminaréis la tierra en que estáis; porque la sangre contamina la tierra, y no se puede hacer expiación por la tierra, por la sangre derramada en ella, excepto mediante la sangre del que la derramó.
Mas vosotros que os acercasteis al SEÑOR vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.
Vosotros todos estáis hoy delante del SEÑOR vuestro Dios; vuestros príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros alcaldes, todos los varones de Israel,
Y Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me habéis vosotros aborrecido, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?
Levantaos, subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena: ¿y vosotros os estáis quedos? no seáis perezosos en poneros en marcha para ir á poseer la tierra.
He aquí que todos vosotros los hijos de Israel estáis presentes; daos aquí parecer y consejo.
Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, estáis viendo un hombre demente; ¿por qué lo habéis traído a mí?
Y Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué pues os estáis ahora quedos en orden a hacer volver al rey?
Entonces todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel: Porque el rey es pariente cercano nuestro. ¿Por qué, pues, estáis enojados por esto? ¿Acaso hemos comido algo {a costa} del rey, o se nos ha dado algo?
Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: Si estáis de mi parte y escucháis mi voz, tomad las cabezas de los hombres, de los hijos de vuestro señor, y venid a mí a Jezreel mañana a estas horas. Y los hijos del rey, setenta personas, {estaban} con los principales de la ciudad, {que} los criaban.
y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: El SEÑOR estará con vosotros, si vosotros estáis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
Así dice Senaquerib, rey de Asiria, `` ¿En qué estáis confiando para que permanezcáis bajo sitio en Jerusalén?
Ahora pues, Tatnai, capitán del otro lado del río, Setar-boznai, y sus compañeros los afarsaqueos que estáis al otro lado del río, apartaos de ahí.
Y les dije: Vosotros estáis consagrados al SEÑOR, y los utensilios son sagrados; y la plata y el oro son ofrenda voluntaria al SEÑOR, Dios de vuestros padres.
Pero cuando se enteraron Sanbalat horonita, Tobías el oficial amonita y Gesem el árabe, se burlaron de nosotros, nos despreciaron y dijeron: ¿Qué es esto que estáis haciendo? ¿Os rebeláis contra el rey?
Se rebeló mi corazón dentro de mí, y contendí con los nobles y con los oficiales y les dije: Estáis cobrando usura cada uno a su hermano. Y congregué contra ellos una gran asamblea.
Os ruego que hoy mismo les devolváis sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas; también la centésima {parte} del dinero y del grano, del mosto y del aceite que estáis exigiendo de ellos.
En ella estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu dice, que tú y los judíos estáis tramando rebelaros; por eso reedificas la muralla. Y según estos informes tú vas a ser su rey.
¿No estáis pensando las palabras para reprender, y echáis al viento palabras perdidas?
Prometed, y pagad al SEÑOR vuestro Dios todos los que estáis alrededor de él; traed presentes al que merece temor.
Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros todos los siervos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches.
los que estáis en la Casa del SEÑOR, en los atrios de la Casa de nuestro Dios.
Por tanto, varones burladores, que estáis enseñoreados sobre este pueblo, que está en Jerusalén, oíd la palabra del SEÑOR.
Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los cercanos, conoced mi potencia.
Oídme duros de corazón, que estáis lejos de la justicia.
He aquí, que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas; andad a la lumbre de vuestro fuego; y a las centellas, que encendisteis. De mi mano os vino esto; en dolor seréis sepultados.
Entonces dijeron los príncipes a Baruc: Ve, y escóndete, tú y Jeremías, y nadie sepa dónde estáis.
Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra del SEÑOR, todos los de Judá que estáis en tierra de Egipto:
Compadeceos de él todos los que estáis alrededor suyo; y todos los que sabéis su nombre, decid: ¿Cómo se quebró la vara de fortaleza, el báculo de hermosura?
Di, por tanto: Así dijo el Señor DIOS: Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel.
`Y no sucederá lo que estáis pensando, cuando decís: ``Seremos como las naciones, como las tribus de otras tierras, que sirven a la madera y a la piedra."
y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado;
Con su olor de suavidad os aceptaré, cuando os hubiere sacado de entre los pueblos, y os hubiere juntado de las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros en los ojos de los gentiles.
Estáis sobre vuestras espadas, hacéis abominación y contamináis cada cual a la esposa de su prójimo, ¿y habréis de poseer la tierra?
Ahora, pues, ¿estáis prestos para que oyendo el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, os postréis, y adoréis la estatua que yo hice? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio del horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.
Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no estáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco horadado.
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: `` ¿En qué te hemos robado?" En los diezmos y en las ofrendas.
Con maldición estáis malditos, porque vosotros, la nación entera, me estáis robando.