'Ezequías' en la Biblia
Visión que tuvo Isaías, hijo de Amoz, con relación a Judá y Jerusalén, en los días de Uzías, Jotam, Acaz {y} Ezequías, reyes de Judá.
Y aconteció que en el año catorce del rey Ezequías, subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó.
El rey de Asiria envió desde Laquis a Jerusalén, al Rabsaces con un gran ejército, contra el rey Ezequías. Y se colocó junto al acueducto del estanque superior {que está} en la calzada del campo del Batanero (del Lavandero).
Y el Rabsaces les dijo: ``Digan ahora a Ezequías: `Así dice el gran rey, el rey de Asiria: `` ¿Qué confianza es ésta que tú tienes?
"Pero si me dicen: `Nosotros confiamos en el SEÑOR nuestro Dios,' ¿no es El aquél cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado y ha dicho a Judá y a Jerusalén: `Adoren delante de este altar'?
"Así dice el rey: `Que no los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar.
Que tampoco Ezequías los haga confiar en el SEÑOR, diciendo: ``Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'"
`No escuchen a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: ``Hagan la paz conmigo y salgan a mí, y coma cada uno de su vid y cada uno de su higuera, y beba cada cual de las aguas de su cisterna,
~`{Cuidado,} no sea que Ezequías los engañe, diciendo: ``El SEÑOR nos librará." ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria?
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa {real,} el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces.
Cuando el rey Ezequías, oyó {esto} rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
Y ellos le dijeron: ``Así dice Ezequías: `Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.
Y {les} oyó decir acerca de Tirhaca, rey de Cus (Etiopía): ``Ha salido a pelear contra ti," y cuando {lo} oyó, Senaquerib envió mensajeros a Ezequías, diciendo:
``Así dirán a Ezequías, rey de Judá: `No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: ``Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria."
Entonces Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó. Después subió a la casa del SEÑOR y la extendió delante del SEÑOR.
Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Por cuanto Me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria,
"Entonces ésta será la señal para ti, Ezequías: Este año ustedes comerán lo que crezca espontáneamente; el segundo año lo que nazca de por sí, y en el tercer año siembren, sieguen, planten viñas y coman su fruto.
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: ``Así dice el SEÑOR: `Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás.'"
Entonces Ezequías volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR:
``Te ruego, oh SEÑOR, que Te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos." Y Ezequías lloró amargamente.
``Ve y dile a Ezequías: `Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: ``He escuchado tu oración {y} he visto tus lágrimas; voy a añadir quince años a tus días.
{Este es el} escrito de Ezequías, rey de Judá, cuando enfermó y sanó de su enfermedad:
Entonces Ezequías había preguntado: `` ¿Cuál será la señal de que subiré a la casa del SEÑOR?"
En aquel tiempo Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque oyó que había estado enfermo y se había recuperado.
Se alegró por ello Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, todo su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.
Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le preguntó: `` ¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?" Y Ezequías respondió: ``Han venido a mí de un país lejano, de Babilonia."
`` ¿Qué han visto en tu casa?" preguntó el profeta. ``Han visto todo lo que hay en mi casa," respondió Ezequías; ``no hay nada entre mis tesoros que yo no les haya mostrado."
Entonces Isaías dijo a Ezequías: ``Oye la palabra del SEÑOR de los ejércitos:
Entonces Ezequías dijo a Isaías: ``La palabra del SEÑOR que has hablado es buena." Pues pensaba: ``Habrá paz y seguridad en mis días."