'Fue' en la Biblia
que en aquellos días, cuando el rey Asuero fue afirmado en el trono de su reino, el cual estaba en Susán capital del reino,
Pasadas estas cosas, sosegada ya la ira del rey Asuero, se acordó de Vasti, y de lo que hizo, y de lo que fue sentenciado contra ella.
Sucedió, pues, que como se divulgó el mandamiento del rey y su acuerdo, y siendo reunidas muchas jóvenes en Susán residencia regia, a cargo de Hegai, Esther también fue llevada para la casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres.
Y llegado que fue el tiempo de Esther, hija de Abihail tío de Mardoqueo, que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Esther el favor de todos los que la veían.
Fue, pues, Esther llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.
Mas entendido que fue esto por Mardoqueo, él lo denunció a la reina Esther, y Esther lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo.
Se hizo entonces indagación del asunto, y fue hallado cierto; por lo que ambos fueron colgados en una horca. Y fue escrito en el libro de las crónicas, en presencia del rey.
En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, de día en día y de mes en mes; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, a trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los príncipes del rey, y a los capitanes que estaban sobre cada provincia, y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su lenguaje, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey.
La copia del escrito que se diese por mandamiento en cada provincia, fue publicada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen apercibidos para aquel día.
Y salieron los correos de prisa por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susán capital del reino. Y el rey y Amán se sentaron a beber, y la ciudad de Susán estaba conmovida.
Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestiduras, y se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor.
Entonces se fue Mardoqueo, e hizo conforme a todo lo que le mandó Esther.
Y fue que cuando el rey vio a la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Esther el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces se acercó Esther y tocó la punta del cetro.
Aquella noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y las crónicas; y las leyeron delante del rey.
Después de esto Mardoqueo se volvió a la puerta del rey, y Amán se fue corriendo a su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza.
Y se levantó el rey del banquete del vino, y enfurecido se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para rogar a la reina Esther por su vida; porque vio que estaba resuelto para él el mal de parte del rey.
Los correos, pues, cabalgando en mulos y camellos, salieron a toda prisa impulsados por el mandato del rey; y el decreto fue dado en Susán capital del reino.
Y en el mes duodécimo que es el mes de Adar, al día trece del mismo, en el que tocaba se ejecutase el mandamiento del rey y su ley, el mismo día en que esperaban los enemigos de los judíos enseñorearse de ellos, fue lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de sus enemigos.
Esto fue en el día trece del mes de Adar; y reposaron en el día catorce del mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría.
Y el mandato de Esther confirmó estas palabras dadas acerca de Purim, y fue escrito en el libro.
Porque Mardoqueo el judío fue segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, procurando el bien de su pueblo, y hablando paz para toda su simiente.