'Había' en la Biblia
En el año cuarenta, el mes undécimo, el primer {día} del mes, Moisés habló a los Israelitas conforme a todo lo que el SEÑOR le había ordenado que les {diera,}
``Entonces salimos de Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que ustedes vieron, camino de la región montañosa de los Amorreos, tal como el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades Barnea.
``Después nos volvimos y salimos hacia el desierto por el camino del Mar Rojo, como el SEÑOR me había mandado, y por muchos días dimos vueltas al Monte Seir.
"El tiempo que nos llevó para venir de Cades Barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el SEÑOR les había jurado.
"Pero, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios había prohibido, no te acercaste a la tierra de los Amonitas, a todo lo largo del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte.
y nos sacó de allí para traernos y darnos la tierra que El había jurado {dar} a nuestros padres (antepasados).'
"Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto {durante} estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos.
"El te condujo a través del inmenso y terrible desierto, {con sus} serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; El sacó para ti agua de la roca de pedernal.
"Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR había hecho con ustedes, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua.
"El SEÑOR me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios; y en ellas {estaban} todas las palabras que el SEÑOR les había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
"Entonces el SEÑOR me dijo: `Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que Yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición.'
"Y vi que en verdad ustedes habían pecado contra el SEÑOR su Dios. Se habían hecho un becerro de fundición; pronto se habían apartado del camino que el SEÑOR les había ordenado.
``Entonces me postré delante del SEÑOR los cuarenta días y cuarenta noches, lo cual hice porque el SEÑOR había dicho que los iba a destruir.
`De otra manera los de la tierra de donde Tú nos sacaste dirán: ``Por cuanto el SEÑOR no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido y porque los aborreció, los sacó para hacerlos morir en el desierto.'
"Y El escribió sobre las tablas, conforme a la escritura anterior, los Diez Mandamientos que el SEÑOR les había hablado a ustedes en el monte de en medio del fuego el día de la asamblea; y el SEÑOR me las dio.
"Entonces me volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que yo había hecho; y allí están tal como el SEÑOR me ordenó.
y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: `Vamos en pos de otros dioses (a los cuales no has conocido) y sirvámoslos,'
"No sea que el vengador de la sangre en el furor de su ira persiga al que lo mató, y lo alcance porque el camino es largo, y le quite la vida aunque él no merecía la muerte, porque no lo había odiado anteriormente.
"Cuando él la encontró en el campo, la joven comprometida dio voces, pero no había nadie que la salvara.
"Y el SEÑOR te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual yo te había dicho: `Nunca más volverás a verlo.' Y allí ustedes se ofrecerán en venta como esclavos y esclavas a sus enemigos, pero no habrá comprador."
Estas son las palabras del pacto que el SEÑOR mandó a Moisés que hiciera con los Israelitas en la tierra de Moab, además del pacto que El había hecho con ellos en Horeb.
`Y ellos fueron y sirvieron a otros dioses y los adoraron, dioses que no habían conocido y los cuales El no les había dado.
Dijo: ``El SEÑOR vino del Sinaí Esclareciéndoles desde Seir; Resplandeció desde el Monte Parán, Y vino de en medio de diez millares de santos; A Su diestra había fulgor centelleante para ellos.
Aunque Moisés tenía 120 años cuando murió, no se habían apagado sus ojos, ni había perdido su vigor.
Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los Israelitas le escucharon e hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.