'Habían' en la Biblia
y después {ofrecieron} el holocausto continuo, y los de las lunas nuevas, los de todas las fiestas señaladas del SEÑOR que habían sido consagradas, y los de todos aquéllos que ofrecían una ofrenda voluntaria al SEÑOR.
Desde el primer día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos al SEÑOR, pero los cimientos del templo del SEÑOR no se habían echado todavía.
Y en el segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, y los demás de sus hermanos los sacerdotes y los Levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, comenzaron {la obra} y designaron a los Levitas de veinte años arriba para dirigir la obra de la casa del SEÑOR.
Y cantaban, alabando y dando gracias al SEÑOR: ``Porque El es bueno, porque para siempre es Su misericordia sobre Israel." Y todo el pueblo aclamaba a gran voz alabando al SEÑOR porque se habían echado los cimientos de la casa del SEÑOR.
Pero muchos sacerdotes y Levitas y jefes de {casas} paternas, que ya eran ancianos y que habían visto el primer templo, cuando se echaban los cimientos de este templo delante de sus ojos, lloraban en alta voz mientras muchos daban gritos de alegría.
Puesto que los sacerdotes y los Levitas se habían purificado juntos, todos ellos estaban purificados, entonces mataron {al cordero} de la Pascua para todos los desterrados, tanto para sus hermanos los sacerdotes como para sí mismos.
Los Israelitas que habían vuelto del destierro y todos aquéllos que se habían apartado de la impureza de las naciones de la tierra para {unirse} a ellos, comieron {la Pascua} para buscar al SEÑOR, Dios de Israel.
y de los sirvientes del templo, a quienes David y los príncipes habían puesto para el servicio de los Levitas, 220 sirvientes del templo, todos ellos designados por sus nombres.
Les pesé la plata, el oro y los utensilios, la ofrenda para la casa de nuestro Dios que habían ofrecido el rey, sus consejeros, sus príncipes y todo Israel que {allí} estaba.
Los desterrados que habían venido de la cautividad ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos como ofrenda por el pecado; todo como holocausto al SEÑOR.
Terminaron {de investigar} a todos los hombres que se habían casado con mujeres extranjeras el primer día del mes primero.
Entre los hijos de los sacerdotes que se habían casado con mujeres extranjeras se encontraron, de los hijos de Jesúa, hijo de Josadac, y de sus hermanos: Maasías, Eliezer, Jarib y Gedalías.
Todos éstos se habían casado con mujeres extranjeras, y algunos de ellos {tenían} mujeres que {les} habían dado hijos.