'Hijos' en la Biblia
Entonces los hijos de Judá pelearon contra Jerusalén y la tomaron, pasaron a filo de espada {a sus habitantes} y prendieron fuego a la ciudad.
Después los hijos de Judá descendieron a pelear contra los Cananeos que vivían en la región montañosa, en el Neguev (región del sur) y en las tierras bajas.
Los descendientes del Quenita, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá, al desierto de Judá que está al sur de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
Entonces dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había prometido. Y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac.
Pero los hijos de Benjamín no expulsaron a los Jebuseos que vivían en Jerusalén. Así que los Jebuseos han vivido con los Benjamitas en Jerusalén hasta el día de hoy.
Entonces los Amorreos forzaron a los hijos de Dan hacia la región montañosa, y no los dejaron descender al valle.
Tomaron para sí a sus hijas por mujeres, y dieron sus propias hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses.
Ella mandó llamar a Barac, hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ``Esto ha ordenado el SEÑOR, Dios de Israel: `Ve, marcha al Monte Tabor y lleva contigo a 10,000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón.
Heber el Quenita, se había separado de los Quenitas, de los hijos de Hobab, suegro de Moisés, y había plantado su tienda cerca de la encina en Zaanaim, que está junto a Cedes.
Porque sucedía que cuando {los hijos de} Israel sembraban, los Madianitas venían con los Amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos.
Todos los Madianitas, los Amalecitas y los hijos del oriente se reunieron, y cruzaron y acamparon en el Valle de Jezreel.
Los Madianitas, los Amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar.
Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos con ellos, unos 15,000 hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente. Porque los que habían caído eran 120,000 hombres que sacaban espada.
``{Eran} mis hermanos," dijo él, ``hijos de mi madre. Vive el SEÑOR, que si los hubieran dejado con vida, yo no les quitaría la vida a ustedes."
Los hombres de Israel le dijeron a Gedeón: ``Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián."
Y tuvo setenta hijos que fueron sus descendientes directos, porque tuvo muchas mujeres.
``Hablen ahora a oídos de todos los habitantes de Siquem: ` ¿Qué es mejor para ustedes, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre ustedes, o que reine sobre ustedes un solo hombre?' Además, acuérdense que yo soy hueso y carne de ustedes."
Luego fue a la casa de su padre en Ofra y sobre una piedra mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta hombres. Pero Jotam, el hijo menor de Jerobaal, se libró porque se escondió.
pero ustedes se han rebelado hoy contra la casa de mi padre y han matado a sus hijos, setenta hombres, sobre una piedra, y han hecho rey sobre los habitantes de Siquem a Abimelec, el hijo de su sierva, porque es pariente de ustedes)
para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos.
{Este} tuvo treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos, y tenían treinta ciudades en la tierra de Galaad que se llaman Havot Jair (las aldeas de Jair) hasta hoy.
Y la mujer de Galaad le dio hijos. Y cuando los hijos de su mujer crecieron, echaron fuera a Jefté, y le dijeron: ``No tendrás heredad en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer."
Y tuvo treinta hijos y treinta hijas, {a éstas las} casó fuera {de la familia,} y trajo de afuera treinta hijas para sus hijos. El juzgó a Israel siete años.
Tuvo cuarenta hijos y treinta nietos que cabalgaban en setenta asnos. El juzgó a Israel ocho años.
Había un hombre de Zora, de la familia de los Danitas, el cual se llamaba Manoa; su mujer era estéril y no había tenido hijos.
Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció a la mujer, y le dijo: ``Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo.
La mujer de Sansón lloró delante de él, y dijo: ``Sólo me aborreces y no me quieres. Has propuesto una adivinanza a los hijos de mi pueblo, y no me {la} has declarado." Y él le dijo: ``No se {la} he declarado ni a mi padre ni a mi madre. ¿Y te la he de declarar a ti?"
Pero ella lloró delante de él los siete días que duró su banquete. Y sucedió el séptimo día que él se la declaró porque ella le presionaba mucho. Entonces ella declaró la adivinanza a los hijos de su pueblo.
Y este hombre Micaía tenía un santuario. Hizo un efod e ídolos domésticos, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote.
El Levita consintió en quedarse con el hombre, y el joven fue para él como uno de sus hijos.
Los hijos de Dan enviaron de su tribu, de entre todos ellos, a cinco hombres, hombres valientes de Zora y Estaol, a reconocer la tierra y explorarla. Y les dijeron: ``Vayan, exploren la tierra." Y llegaron a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía, y se hospedaron allí.
Y los 600 hombres armados con sus armas de guerra, que {eran} de los hijos de Dan, se pusieron a la entrada de la puerta.
Cuando se alejaron de la casa de Micaía, los hombres que {estaban} en las casas cerca de la casa de Micaía, se juntaron y alcanzaron a los hijos de Dan.
Y gritaron a los hijos de Dan, y éstos se volvieron y dijeron a Micaía: `` ¿Qué te pasa que has juntado {gente?}"
Los hijos de Dan le dijeron: ``Que no se oiga tu voz entre nosotros, no sea que caigan sobre ti hombres fieros y pierdas tu vida y las vidas de {los de} tu casa."
Y los hijos de Dan prosiguieron su camino. Cuando Micaía vio que eran muy fuertes para él, dio la vuelta y regresó a su casa.
Y los hijos de Dan levantaron para sí la imagen tallada. Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Manasés, y sus hijos fueron sacerdotes para la tribu de los Danitas, hasta el día del cautiverio de la tierra.
(Y los hijos de Benjamín oyeron que los Israelitas habían subido a Mizpa). Entonces los Israelitas preguntaron: ``Dígan{nos,} ¿cómo ocurrió esta maldad?"
Y subieron los Israelitas y lloraron delante del SEÑOR hasta la noche, y consultaron al SEÑOR, diciendo: `` ¿Nos acercaremos otra vez para combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín?" Y el SEÑOR dijo: ``Suban contra él."
y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella para {ministrar} en aquellos días y preguntó: `` ¿Volveré a salir otra vez a combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín, o desistiré?" Y el SEÑOR respondió: ``Suban, porque mañana lo entregaré en tu mano."
Salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo, y fueron alejados de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel (Casa de Dios) y el otro a Guibeá, en campo abierto. Y {mataron a} unos treinta hombres de Israel.
Y los hijos de Benjamín dijeron: ``Están derrotados delante de nosotros como la primera vez." Pero los Israelitas dijeron: ``Huyamos para que los alejemos de la ciudad hacia los caminos."
Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.
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