'Les' en la Biblia
{es decir,} a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los hijos de Israel no habían destruido, Salomón les impuso leva de {servidumbre} hasta el día de hoy.
Entonces él les dijo: Volved otra vez a mí dentro de tres días. Y el pueblo se fue.
Y ellos le respondieron, diciendo: Si eres bueno con este pueblo y les complaces y les dices buenas palabras, entonces ellos serán tus siervos para siempre.
Y les dijo: ¿Qué aconsejáis que respondamos a este pueblo que me ha hablado, diciendo: ``Aligera el yugo que tu padre puso sobre nosotros"?
Y los jóvenes que se habían criado con él le respondieron, diciendo: Así dirás al pueblo que te ha hablado, diciendo: ``Tu padre hizo pesado nuestro yugo, pero tú hazlo más ligero para nosotros." Así les dirás: ``Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
El rey les respondió con dureza, pues el rey Roboam había menospreciado el consejo de los ancianos,
y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo lo haré más {pesado;} mi padre os castigó con látigos, pero yo {os castigaré} con escorpiones.
Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todo Israel en Judá y Benjamín, diciéndo{les:}
Y obró sabiamente, y distribuyó a algunos de sus hijos por todos los territorios de Judá y de Benjamín, por todas las ciudades fortificadas, les dio alimento en abundancia, y {les} buscó muchas mujeres.
Entonces el profeta Semaías vino a Roboam y a los príncipes de Judá que se habían reunido en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así dice el SEÑOR: ``Vosotros me habéis abandonado, por eso también yo os abandono en manos de Sisac."
Cuando el SEÑOR vio que se habían humillado, vino la palabra del SEÑOR a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré, sino que les concederé cierta libertad y mi furor no se derramará sobre Jerusalén por medio de Sisac.
Y todo Judá se alegró en cuanto al juramento, porque habían jurado de todo corazón y le habían buscado sinceramente, y El se dejó encontrar por ellos. Y el SEÑOR les dio tranquilidad por todas partes.
Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, cuatrocientos hombres, y les dijo: ¿Iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios {la} entregará en mano del rey.
Y les dio órdenes, diciendo: Así haréis en el temor del SEÑOR, con fidelidad y de todo corazón.
Y todos los hombres de Judá y de Jerusalén regresaron, con Josafat al frente de ellos, regresando a Jerusalén con alegría, porque el SEÑOR les había hecho regocijarse sobre sus enemigos.
Su padre les había dado muchos presentes de plata, oro y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá, pero dio el reino a Joram porque era el primogénito.
Entonces toda la asamblea hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y {Joiada} les dijo: He aquí, el hijo del rey reinará, como el SEÑOR ha hablado respecto a los hijos de David.
Pero el sacerdote Joiada sacó a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla de entre las filas; y al que la siga, matadlo a espada. Porque el sacerdote había dicho: No la matéis en la casa del SEÑOR.
Reunió, pues, a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: Salid a las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel para reparar anualmente la casa de vuestro Dios; y daos prisa en esto, pero los levitas no se apresuraron.
No obstante, El les envió profetas para hacerlos volver al SEÑOR; {y} aunque {éstos} dieron testimonio contra ellos, ellos no escucharon.
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y él se puso en pie, {en un lugar} más alto que el pueblo, y les dijo: Así ha dicho Dios: `` ¿Por qué quebrantáis los mandamientos del SEÑOR y no prosperáis? Por haber abandonado al SEÑOR, El también os ha abandonado."
Pero a sus hijos no les dio muerte, sino que {hizo} conforme a lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado.
Y aconteció que después que Amasías regresó de la matanza de los edomitas, trajo los dioses de los hijos de Seir y los puso como sus dioses, se postró delante de ellos y les quemó incienso.
Pero había allí un profeta del SEÑOR llamado Oded, y {éste} salió al encuentro del ejército que venía a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con una furia {que} ha llegado hasta el cielo.
y les dijeron: No traigáis aquí a los cautivos; porque os proponéis {traer} sobre nosotros culpa contra el SEÑOR, añadiendo a nuestros pecados y a nuestra culpa; porque nuestra culpa es grande y el furor de {su} ira está contra Israel.
Y se levantaron los hombres que habían sido designados por nombre y tomaron a los cautivos, y del botín vistieron a todos los desnudos y les dieron vestidos y sandalias; les dieron de comer y de beber y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles y los llevaron a Jericó, ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos; entonces volvieron a Samaria.
Entonces les dijo: Oídme, levitas. Santificaos ahora, y santificad la casa del SEÑOR, Dios de vuestros padres, y sacad lo inmundo del lugar santo.
y no volveré a quitar el pie de Israel de la tierra que yo he asignado para vuestros padres, con tal de que cuiden de hacer todo lo que les he mandado conforme a toda la ley, los estatutos y las ordenanzas {dados} por medio de Moisés.
Y derribaron en su presencia los altares de los baales; destrozó los altares del incienso que {estaban} puestos en alto, encima de ellos; despedazó también las Aseras, las imágenes talladas y las imágenes fundidas y las redujo a polvo, y {lo} esparció sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios.
Y ella les dijo: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Decid al hombre que os ha enviado a mí:
Y el SEÑOR, Dios de sus padres, les envió {palabra} repetidas veces por sus mensajeros, porque El tenía compasión de su pueblo y de su morada;