'Levita' en la Biblia
Y había un joven de Belén de Judá, de la tribu de Judá, el cual era levita; y peregrinaba allí.
Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y el levita le respondió: Soy de Belén de Judá, y voy a vivir donde hallare.
Entonces Micaía le dijo: Quédate en mi casa, y me serás en lugar de padre y sacerdote; y yo te daré diez siclos de plata por año, y el ordinario de vestidos, y tu comida. Y el levita se quedó.
Acordó, pues, el levita en morar con aquel hombre, y él lo tenía como a uno de sus hijos.
Y Micaía consagró al levita, y aquel joven le servía de sacerdote, y estaba en casa de Micaía.
Y Micaía dijo: Ahora sé que el SEÑOR me hará bien, pues que el levita es hecho mi sacerdote.
Y cuando estaban cerca de la casa de Micaía, reconocieron el acento de la voz del joven levita; y llegándose allá, le dijeron: ¿Quién te ha traído por acá? ¿Y qué haces aquí? ¿Y qué tienes tú por aquí?
Y llegándose allá, vinieron a la casa del joven levita en casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba.
En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como peregrino en los lados del monte de Efraín, el cual se había tomado mujer concubina de Belén de Judá.
Y al cuarto día, cuando se levantaron de mañana, se levantó también el levita para irse, y el padre de la joven dijo a su yerno: Conforta tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis.
Entonces el varón levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina, para tener allí la noche.