'Lo' en la Biblia
``Y a todo sobreviviente, en cualquier lugar que habite, que los hombres de aquel lugar lo ayuden con plata y oro, con bienes y ganado, junto con una ofrenda voluntaria para la casa de Dios que está en Jerusalén."
Y todos los que {habitaban} alrededor de ellos les ayudaron con objetos de plata, con oro, con bienes, con ganado y con objetos preciosos, además de todo lo que fue dado como ofrenda voluntaria.
Y celebraron la fiesta de los tabernáculos como está escrito, con el número diario de holocaustos, conforme a lo prescrito para cada día;
Ahora sepa el rey, que si esa ciudad es reedificada y las murallas terminadas, ellos no pagarán tributo, ni impuesto, ni peaje, lo cual perjudicará los ingresos de los reyes.
Y en Acmeta, en la fortaleza que está en la provincia de Media, hallaron un rollo en el que estaba escrito lo siguiente: Memorándum:
Además, este es mi decreto en cuanto a lo que habéis de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se han de pagar todos los gastos a este pueblo, y esto sin demora.
Y todo lo que se necesite: novillos, carneros y corderos para holocausto al Dios del cielo, {y} trigo, sal, vino y aceite de unción, según lo pidan los sacerdotes que {están} en Jerusalén, se les dará día por día sin falta,
Y que el Dios que ha hecho morar allí su nombre derribe a todo rey o pueblo que trate de cambiar{lo} para destruir esta casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he proclamado {este} decreto; que sea ejecutado con toda exactitud.
Este Esdras subió de Babilonia, y {era} escriba experto en la ley de Moisés, que el SEÑOR, Dios de Israel, había dado; y el rey le concedió todo lo que pedía porque la mano del SEÑOR su Dios {estaba} sobre él.
Y lo que a ti y a tus hermanos os parezca bien hacer con la plata y el oro que quede, hacedlo conforme a la voluntad de vuestro Dios.
Y lo demás que se necesite para la casa de tu Dios, para lo cual tengas ocasión de proveer, provéelo del tesoro real.
Yo, el rey Artajerjes, proclamo un decreto a todos los tesoreros que están {en las provincias} más allá del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, sea hecho puntualmente,
``Ahora pues, no deis vuestras hijas a sus hijos ni toméis sus hijas para vuestros hijos, y nunca procuréis su paz ni su prosperidad, para que seáis fuertes y comáis lo mejor de la tierra y {la} dejéis por heredad a vuestros hijos para siempre."
Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y nuestra gran culpa, puesto que tú, nuestro Dios, {nos} has pagado menos de {lo que} nuestras iniquidades {merecen,} y nos has dado un {remanente} que ha escapado como éste,
Levántate, porque {este} asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y haz{lo}.
Pero los desterrados sí lo hicieron. Y el sacerdote Esdras designó a hombres jefes de {casas} paternas por cada una de sus casas paternas, todos ellos por nombre. Y se reunieron el primer día del décimo mes para investigar el asunto.