'Lo' en la Biblia
Parezcan luego delante de ti nuestros rostros, y los rostros de los muchachos que comen de la porción de la comida del rey; y según lo que vieres, harás con tus siervos.
Finalmente, el asunto que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne.
Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche; por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo.
Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con Él.
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el asunto del rey.
Daniel respondió delante del rey, y dijo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden enseñar al rey.
Mas hay un Dios en el cielo, el cual revela los misterios, y Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. Tu sueño, y las visiones de tu cabeza sobre tu cama, es esto:
Estando tú, oh rey, en tu cama subieron tus pensamientos por saber lo que había de suceder en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de suceder.
Y todo lo que habitan los hijos de los hombres, bestias del campo y aves del cielo, Él los ha entregado en tu mano, y te ha dado dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro.
Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, el reino será dividido; mas habrá en él algo de fortaleza de hierro, según que viste el hierro mezclado con el barro cocido.
En cuanto a lo que viste, el hierro mezclado con el barro, se mezclarán por medio de simiente humana, mas no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.
De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al bronce, al barro, a la plata, y al oro; el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.
Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos y grandes dones, y lo puso por gobernador de toda la provincia de Babilonia, y por príncipe de los gobernadores sobre todos los sabios de Babilonia.
Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones, y lenguas, se postraron, y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac, y Abed-nego; por lo cual habló, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo que solían calentarlo.
Por lo cual yo di mandamiento para hacer venir delante de mí a todos los sabios de Babilonia, a fin de que me hiciesen saber la interpretación del sueño.
La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la demanda: para que conozcan los vivientes que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, estuvo atónito por una hora, y sus pensamientos lo espantaban: El rey habló, y dijo: Beltsasar, no te espante el sueño ni su interpretación. Respondió Beltsasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para los que te aborrecen, y su interpretación para tus enemigos.
Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo, y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos;
Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y te harán comer hierba del campo, como a los bueyes, y con rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da.
Y lo que dijeron, que dejasen en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el señorío es de los cielos.
Y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán: y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da.
En aquella misma hora salieron unos dedos de mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.
Entonces demudó el semblante del rey, y sus pensamientos lo turbaron, y se desataron las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.
Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que estaban hacia Jerusalén, se hincaba de rodillas tres veces al día, y oraba, y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él, y lo hirió, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para pararse delante de él; lo derribó por tanto en tierra, y lo pisoteó; y no hubo quien librase al carnero de su mano.
Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir en el fin de la ira; porque al tiempo señalado el fin se cumplirá.
Y todo Israel traspasó tu ley apartándose para no oír tu voz: por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición, y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra Él pecamos.
Por tanto, Jehová veló sobre el mal, y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que Él hace, porque no obedecimos a su voz.
Y por una semana confirmará el pacto con muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolar, aun hasta una entera consumación; y lo que está determinado se derramará sobre el pueblo asolado.
Yo he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es aún para muchos días;
Pero yo te declararé lo que está anotado en la Escritura de la verdad. Y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe.
Por lo cual se enfurecerá el rey del sur, y saldrá, y peleará con el mismo rey del norte; y pondrá en campo gran multitud, y toda aquella multitud será entregada en su mano.
Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; presa, y despojos, y riquezas repartirá a sus soldados; y contra las fortalezas formará sus designios: y esto por tiempo.
Y el rey hará a su voluntad; y se enaltecerá y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo que está determinado se cumplirá.
Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro, y plata, y piedras preciosas, y con cosas de gran precio.
Y vendrá a la tierra gloriosa, y muchas naciones caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom, y Moab, y lo mejor de los hijos de Amón.
Pero noticias del oriente y del norte lo estremecerán; y saldrá con grande ira para destruir y matar a muchos.