'Luego' en la Biblia
Por esto dejó Jehová aquellas naciones, y no las desarraigó luego, ni las entregó en mano de Josué.
Y luego que hubo entregado el presente, despidió a la gente que lo había traído.
Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su compañero, diciendo: He aquí yo soñé un sueño; y he aquí que vi un pan de cebada que rodó hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda quedó tendida.
Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a Zeeb, príncipes de Madián: ¿y qué pude hacer yo en comparación con vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra.
Luego dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué aspecto tenían aquellos hombres que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, así eran ellos ni más ni menos, cada uno parecía hijo de rey.
Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.
¡Quisiera Dios que este pueblo estuviera bajo mi mano! Yo echaría luego a Abimelec. Y decía a Abimelec: Aumenta tus escuadrones, y sal.
Y luego llamó él a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.
Y Jefté juzgó a Israel seis años: luego murió Jefté galaadita, y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad.
Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta gran salvación por mano de tu siervo: ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?
Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras, y me escaparé: no sabiendo que Jehová ya se había apartado de él.
Asió luego Sansón las dos columnas del medio sobre las cuales descansaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda;
Y luego que él devolvió los mil cien siclos de plata a su madre, su madre dijo: Yo ciertamente he dedicado de mi mano este dinero a Jehová por mi hijo, para hacer una imagen de talla y una de fundición; ahora pues, yo te lo devuelvo.
Y no hubo quien los defendiese, porque estaban lejos de Sidón, y no tenían comercio con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que hay en Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad, y habitaron en ella.
Se levantó luego el varón para irse, él, y su concubina, y su criado. Entonces su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí el día declina para ponerse el sol, te ruego que pases aquí la noche; he aquí que el día se acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón; y mañana os levantaréis temprano a vuestro camino, y te irás a tu casa.
Se levantaron luego los hijos de Israel, y subieron a la casa de Dios, y consultaron a Dios, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a la guerra contra los hijos de Benjamín? Y Jehová respondió: Judá subirá primero.
Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos recogieron cinco mil hombres en los caminos; y fueron persiguiéndolos aun hasta Gidom, y mataron de ellos dos mil hombres.
Toda la congregación envió luego a hablar a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y los llamaron en paz.
Y los hijos de Benjamín lo hicieron así; pues tomaron esposas conforme a su número, pillando de las que danzaban; y yéndose luego, se regresaron a su heredad, y reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas.