'Mañana' en la Biblia
Y se levantaron de mañana, adoraron delante del SEÑOR y regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.
Samuel se acostó hasta la mañana; entonces abrió las puertas de la casa del SEÑOR; pero Samuel temía contar la visión a Elí.
A la mañana siguiente, cuando los de Asdod se levantaron temprano, he aquí que Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del SEÑOR. Y tomaron a Dagón y lo pusieron otra vez en su lugar.
Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre mi pueblo Israel, y él librará a mi pueblo de la mano de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta mí.
Respondió Samuel a Saúl y dijo: Yo soy el vidente. Sube delante de mí al lugar alto, pues hoy comerás conmigo, y por la mañana te dejaré ir y te declararé todo lo que está en tu corazón.
Y dijeron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los hombres de Jabes de Galaad: ``Mañana cuando caliente el sol seréis librados." Entonces los mensajeros fueron y {lo} anunciaron a los hombres de Jabes, y {éstos} se regocijaron.
Entonces los hombres de Jabes dijeron {a Nahas:} Mañana saldremos a vosotros y podréis hacernos lo que os parezca bien.
A la mañana siguiente Saúl dispuso al pueblo en tres compañías; y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que calentó el día. Y sucedió que los que quedaron fueron dispersados, no quedando dos de ellos juntos.
Y se levantó Samuel muy de mañana para {ir} al encuentro de Saúl; y se le dio aviso a Samuel, diciendo: Saúl se ha ido a Carmel, y he aquí que ha levantado un monumento para sí, y dando la vuelta, ha seguido adelante bajando a Gilgal.
Durante cuarenta días el filisteo vino mañana y tarde, presentándose {en desafío.}
Y se levantó David muy de mañana, dejó el rebaño con un guarda, y tomando {las provisiones,} se fue como Isaí le había mandado. Llegó al perímetro del campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, lanzando el grito de guerra.
Y avisó Jonatán a David, diciendo: Saúl mi padre procura matarte. Ahora pues, te ruego que estés alerta por la mañana, y permanezcas en un lugar secreto y te escondas.
Saúl envió mensajeros a la casa de David para vigilarle a fin de matarlo por la mañana; pero Mical, mujer de David, le avisó, diciendo: Si no pones a salvo tu vida esta noche, mañana te darán muerte.
Y David respondió a Jonatán: He aquí, mañana es luna nueva y debo sentarme a comer con el rey, pero déjame ir para que me esconda en el campo hasta el atardecer del tercer día.
Entonces Jonatán dijo a David: El SEÑOR, Dios de Israel, {sea testigo.} Cuando yo haya hablado con mi padre como a esta hora mañana, {o} al tercer {día,} he aquí, si hay buen {ánimo} para con David, ¿no habré de enviar a ti para hacértelo saber?
Entonces Jonatán le dijo: Mañana es luna nueva y serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.
A la mañana {siguiente} Jonatán salió al campo para reunirse con David, y un muchacho pequeño {iba} con él.
Así haga Dios a los enemigos de David, y aun más, si al {llegar} la mañana he dejado {tan sólo} un varón de los suyos.
Pero sucedió que por la mañana, cuando se le pasó el vino a Nabal, su mujer le contó estas cosas, y su corazón se quedó {como} muerto dentro de él, y se puso {como} una piedra.
Además, el SEÑOR entregará a Israel contigo en manos de los filisteos; por tanto, mañana tú y tus hijos {estaréis} conmigo. Ciertamente, el SEÑOR entregará el ejército de Israel en manos de los filisteos.
Por tanto, levántate muy de mañana con los siervos de tu señor que han venido contigo, y luego que os hayáis levantado temprano y haya claridad, partid.
David, pues, se levantó temprano, él y sus hombres, para salir por la mañana y regresar a la tierra de los filisteos. Y los filisteos subieron a Jezreel.