'Meguido' en la Biblia
el rey de Taanac, uno; el rey de Meguido, uno;
En Isacar y en Aser, Manasés tenía Bet Seán y sus aldeas, Ibleam y sus aldeas, los habitantes de Dor y sus aldeas, los habitantes de Endor y sus aldeas, los habitantes de Taanac y sus aldeas, y los habitantes de Meguido y sus aldeas. La tercera es Náfet.
Pero Manasés no tomó posesión de Bet Seán y sus aldeas, ni de Taanac y sus aldeas, ni de los habitantes de Dor y sus aldeas, ni de los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni de los habitantes de Meguido y sus aldeas, porque los Cananeos persistían en habitar en aquella tierra.
Vinieron los reyes {y} pelearon; Pelearon entonces los reyes de Canaán En Taanac, cerca de las aguas de Meguido. No tomaron despojos de plata.
Baana, hijo de Ahilud, {en} Taanac y Meguido y todo Bet Seán, que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet Seán hasta Abel Mehola, hasta el otro lado de Jocmeam;
Y estos son los datos de la leva (trabajo forzado) que el rey Salomón impuso para edificar la casa del SEÑOR, su propia casa, el Milo (la fortaleza), el muro de Jerusalén, y {las ciudades de} Hazor, Meguido y Gezer.
Cuando Ocozías, rey de Judá, vio {esto,} huyó por el camino de la casa del huerto. Y Jehú lo persiguió y dijo: ``Mátenlo a él también en el carro." {Y lo hirieron} en la subida de Gur, que está en Ibleam. Y huyó a Meguido, y allí murió.
En sus días subió Faraón Necao, rey de Egipto, contra el rey de Asiria junto al Río Eufrates. Y el rey Josías fue a su encuentro, pero Faraón Necao lo mató en Meguido en cuanto lo vio.
Sus siervos llevaron su cuerpo en un carro desde Meguido, lo trajeron a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de aquella tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo ungieron y lo hicieron rey en lugar de su padre.
y junto a los límites de los hijos de Manasés, Bet Seán con sus aldeas, Taanac con sus aldeas, Meguido con sus aldeas, Dor con sus aldeas. En éstas habitaron los hijos de José, hijo de Israel.
Sin embargo, Josías no quiso retirarse de él, sino que se disfrazó para combatir contra él. Tampoco escuchó las palabras de Necao {que venían} de boca de Dios, sino que vino a entablar batalla en la llanura de Meguido.
"En aquel día habrá gran lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad Rimón en la llanura de Meguido.