'Mi' en la Biblia
y el jefe de oficiales dijo a Daniel: ``Temo a mi señor el rey, porque él ha asignado su comida y su bebida. ¿Por qué ha de ver sus rostros más pálidos que los de los {demás} jóvenes de su edad? Así pondrían en peligro mi cabeza ante el rey."
Y el rey les dijo: ``He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por {el deseo de} entender el sueño."
"Pero si me declaran el sueño y su interpretación, recibirán de mí regalos, recompensas y grandes honores. Por tanto, declárenme el sueño y su interpretación."
"Si no me declaran el sueño, hay una sola sentencia para ustedes. Porque se han concertado para hablar delante de mí palabras falsas y perversas hasta que cambie la situación. Por tanto, díganme el sueño para que yo sepa que me pueden dar su interpretación."
"En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga más sabiduría que cualquier {otro} viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretación, y para que usted entienda los pensamientos de su corazón.
``Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa y próspero en mi palacio.
"Tuve un sueño que me hizo temblar; y {estas} fantasías, {estando} en mi cama, y las visiones de mi mente me aterraron.
"Por lo cual di órdenes que trajeran ante mí a todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer la interpretación del sueño.
"Pero al fin vino ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, en quien está el espíritu de los dioses santos, y yo le conté mi sueño:
`Y las visiones de mi mente, que vi {estando} en mi cama, fueron así: {Vi} un árbol en medio de la tierra, Cuya altura {era} muy grande.
`En las visiones de mi mente que vi {estando} en mi cama, había un vigilante, un santo que descendió del cielo.
~`Este es el sueño {que} yo, el rey Nabucodonosor, he tenido. Y tú, Beltsasar, di{me} su interpretación, ya que ninguno de los sabios de mi reino ha podido darme a conocer su interpretación. Pero tú puedes, porque el espíritu de los dioses santos está en ti.'
esta es la interpretación, oh rey, y éste es el decreto del Altísimo que ha venido sobre mi señor el rey:
~`Por tanto, oh rey, que mi consejo le sea grato: ponga fin a sus pecados {haciendo} justicia, y a sus iniquidades mostrando misericordia a los pobres. Quizás sea prolongada su prosperidad.'
el rey reflexionó, y dijo: `` ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?"
``Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre. Porque Su dominio es un dominio eterno, Y Su reino {permanece} de generación en generación.
"En ese momento recobré mi razón. Y mi majestad y mi esplendor me fueron devueltos para gloria de mi reino, y mis consejeros y mis nobles vinieron a buscarme. Y fui restablecido en mi reino (soberanía), y mayor grandeza me fue añadida.
Entonces Daniel fue traído ante el rey. El rey preguntó a Daniel: `` ¿Eres tú aquél Daniel de los deportados de Judá, que el rey mi padre trajo de Judá?
"Ahora mismo los sabios {y} encantadores fueron traídos delante de mí para que leyeran esta inscripción y me dieran a conocer su interpretación, pero no pudieron declarar la interpretación del escrito.
"Mi Dios envió Su ángel, que cerró la boca de los leones, y no me han hecho daño alguno porque fui hallado inocente ante El. Y tampoco ante usted, oh rey, he cometido crimen alguno."
"De parte mía se proclama un decreto de que en todo el dominio de mi reino {todos} teman y tiemblen delante del Dios de Daniel, Porque El es el Dios viviente que permanece para siempre, Y Su reino no será destruido Y Su dominio {durará} para siempre.
``Miraba yo en mi visión nocturna que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar;
``A mí, Daniel, se me angustió por dentro el espíritu, y las visiones de mi mente seguían turbándome.
Hasta aquí la revelación. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron en gran manera y mi rostro palideció, pero guardé el asunto en mi corazón."
En el tercer año del reinado del rey Belsasar, se me apareció a mí, Daniel, una visión, después de aquélla que se me había aparecido anteriormente.
Y sucedió que después que yo, Daniel, había visto la visión y trataba de comprenderla, {vi} de pie, ante mí, uno con apariencia de hombre.
El se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro, pero él me dijo: ``Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin."
Mientras él hablaba conmigo, caí en un sueño profundo con mi rostro en tierra. El me tocó y me hizo incorporar donde yo estaba.
Volví mi rostro a Dios el Señor para buscar{lo en} oración y súplicas, en ayuno, cilicio y ceniza.
Oré al SEÑOR mi Dios e hice confesión y dije: ``Ay, Señor, el Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para los que Lo aman y guardan Sus mandamientos,
Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios,
No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas.
Me quedé solo viendo esta gran visión. No me quedaron fuerzas, y mi rostro se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna.
Pero oí el sonido de sus palabras, y al oír el sonido de sus palabras, caí en un sueño profundo sobre mi rostro, con mi rostro en tierra.
"Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia.
Cuando habló conmigo estas palabras, volví mi rostro a tierra y enmudecí.
Y uno semejante a un hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: ``Señor mío, a causa de la visión me ha invadido la angustia y me he quedado sin fuerzas.
" ¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor hablar con uno como mi señor? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me queda aliento."
y me dijo: ``No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo. Sé fuerte y aliéntate." Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: ``Hable mi señor, porque me has fortalecido."
"Sin embargo, te declararé lo que está inscrito en el libro de la verdad, pero no hay nadie que se mantenga firme a mi lado contra estas {fuerzas,} sino Miguel, el príncipe de ustedes.