'Mil' en la Biblia
E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí, mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar.
Tenía además de esto Salomón cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes.
Y compuso tres mil proverbios; y sus cantos fueron mil cinco.
Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite puro; esto daba Salomón a Hiram año tras año.
Y el rey Salomón impuso leva a todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres:
Los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por su turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba a cargo de aquella leva.
Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte;
sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían cargo del pueblo que hacía la obra.
El grueso del mar era de un palmo menor, y su borde era labrado como el borde de un cáliz, o de flor de lirio; y contenía dos mil batos.
Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová; veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová.
Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.
Y cuando Roboam vino a Jerusalén, juntó toda la casa de Judá y la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres guerreros escogidos, para hacer guerra a la casa de Israel, y devolver el reino a Roboam hijo de Salomón.
Pero yo he hecho que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
Entonces él pasó revista a los jóvenes de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos treinta y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, que fueron siete mil.
Siete días estuvieron acampados los unos delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla; y los hijos de Israel mataron de los sirios en un solo día a cien mil hombres de a pie.
Los demás huyeron a Afec, a la ciudad; y el muro cayó sobre veintisiete mil hombres que habían quedado. También Benadad vino huyendo a la ciudad, y se escondía de cámara en cámara.