'Millares' en la Biblia
Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Nuestra hermana eres; seas en millares de millares, y tu generación posea la puerta de sus enemigos.
y que hago misericordia en millares de generaciones a los que me aman, y guardan mis mandamientos.
que guardo la misericordia en millares, que suelto la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo absolveré al malvado ; que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Estos eran los nombrados de la congregación, príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel.
Mas cuando tocaren sólo una, entonces se congregarán a ti los príncipes, las cabezas de los millares de Israel.
Y al asentar a ella, decía: Vuelve, oh SEÑOR, a los millares de millares de Israel.
Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil a punto de guerra.
Y llegaron a Moisés los capitanes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones;
Y tomé los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por príncipes sobre vosotros, príncipes de millares, y príncipes de cientos, y príncipes de cincuenta, y príncipes de diez, y gobernadores a vuestras tribus.
y que hago misericordia a millares, a los que me aman, y guardan mis mandamientos.
El es hermoso como el primogénito de su toro, y sus cuernos, cuernos de unicornio; con ellos acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; y éstos son los diez millares de Efraín, y éstos los millares de Manasés.
Mas vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, diciendo: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues, poneos delante del SEÑOR por vuestras tribus y por vuestros millares.
Considerad, pues, y ved todos los escondrijos donde se oculta, y volved a mí con la certidumbre, y yo iré con vosotros; que si él estuviere en la tierra, yo le buscaré con todos los millares de Judá.
David, pues, reconoció el pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos capitanes de millares y de centenas.
Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú, y Ziletai, príncipes de millares de los de Manasés.
Entonces David tomó consejo con los capitanes de los millares y de los cientos, y con todos los príncipes.
David pues y los ancianos de Israel, y los capitanes de los millares fueron a traer el arca del pacto del SEÑOR de casa de Obed-edom, con alegría.
He aquí, yo en mi estrechez he prevenido para la Casa del SEÑOR cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata; no tiene peso el bronce ni el hierro, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.
Este Selomit y sus hermanos tenían cargo de todos los tesoros de todas las cosas santificadas, que había consagrado el rey David, y los príncipes de las familias, y los príncipes de los millares y de los cientos, y los capitanes del ejército;
Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de mil millares, y trescientos carros; y vino hasta Maresa.
Y este es el número de ellos según las casas de sus padres: En Judá, príncipes de los millares; el príncipe Adna, y con él trescientos mil hombres valientes de valor;
No temeré de diez millares de gente, que pusieren cerco contra mí.
Porque mía es toda bestia del monte; millares de animales en los montes.
Los carros de Dios son dos millares de miles de ángeles, el Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.
Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano ; nuestros ganados, que paran a millares y diez millares en nuestras plazas;
que haces misericordia en millares, y vuelves la maldad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre;
En millares, como la hierba del campo, te puse, y fuiste aumentada y engrandecida, y viniste a ser adornada grandemente; los pechos te crecieron, y tu pelo reverdeció; mas tú estabas desnuda y descubierta.
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él: el Juez se sentó, y los libros se abrieron.
Por lo cual la multitud se ensoberbecerá, se elevará su corazón, y derribará muchos millares; mas no prevalecerá.
Mas tú, Belén Efrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de los siglos.
¿Se agradará el SEÑOR de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?
Cuando ellos lo oyeron, glorificaron al Señor, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos de la ley:
Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios viviente, Jerusalén la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles,
De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares,