'Mirad' en la Biblia
llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo, para que hiciera burla de nosotros; vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
Y añadió Faraón: Mirad, el pueblo de la tierra es ahora mucho, ¡y vosotros queréis que ellos cesen en sus labores!
Y él les dijo: Así sea el SEÑOR con vosotros, como yo os dejare ir a vosotros y a vuestros niños: mirad la malicia que está delante de vuestro rostro.
Mirad que el SEÑOR os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.
Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, el SEÑOR ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;
Pero si no lo hacéis así, mirad, habréis pecado ante el SEÑOR, y tened por seguro que vuestro pecado os alcanzará.
Mirad, yo he dado la tierra en vuestra presencia; entrad y poseed la tierra que el SEÑOR juró a vuestros padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les daría a ellos y a su simiente después de ellos.
Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos, como el SEÑOR mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla.
Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado: no os apartéis á diestra ni á siniestra;
Y les mandó, diciendo: Mirad, pondréis emboscada a la ciudad detrás de ella; no os alejaréis mucho de la ciudad, y estaréis todos apercibidos.
Y cuando la hubiereis tomado, le prenderéis fuego. Haréis conforme a la palabra del SEÑOR. Mirad que os lo he mandado.
Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que tal digan a nosotros, o a nuestras generaciones en lo por venir, entonces responderemos: Mirad el símil del altar del SEÑOR, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuera testimonio entre nosotros y vosotros.
Mirad, os he asignado por suerte, como heredad para vuestras tribus, estas naciones que aún quedan {junto} con todas las naciones que he destruido, desde el Jordán hasta el mar Grande, hacia la puesta del sol.
Entonces aquellos cinco hombres que habían ido a reconocer la tierra de Lais, dijeron a sus hermanos: ¿No sabéis que en estas casas hay un efod y terafines, e imagen de talla y una de fundición? Mirad, pues, lo que habéis de hacer.
Y mirad; si sube por el camino de su término a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, seremos ciertos que su mano no nos hirió, nos ha sido accidente.
Esperad aún ahora, y mirad esta gran cosa que el SEÑOR hará delante de vuestros ojos.
Cuando ambos se mostraron a la guarnición de los filisteos, éstos dijeron: Mirad, los hebreos salen de las cavernas donde se habían escondido.
Entonces Saúl dijo al pueblo que tenía consigo: Pasad revista, y mirad quién haya ido de los nuestros. Y cuando pasaron revista, hallaron que faltaban Jonatán y su paje de armas.
Entonces dijo Saúl: Llegaos acá todos los principales del pueblo; y sabed y mirad por quién ha sido hoy este pecado;
Mirad entonces, reconoced todos los escondites donde se oculta, regresad a mí cuando estéis seguros, y yo iré con vosotros; y sucederá que si estuviera en la tierra, he de hallarle entre todos los miles de Judá.
Y había Absalón dado orden a sus criados, diciendo: Ahora bien, mirad cuando el corazón de Amnón estará alegre del vino, y cuando yo os dijere: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis; que yo os lo he mandado. Esforzaos pues, y sed valientes.
Dijo, pues, a sus siervos: Mirad, el campo de Joab está junto al mío, y allí tiene cebada; id y prendedle fuego. Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo.
Mirad, yo me detendré en los campos del desierto, hasta que venga respuesta de vosotros que me dé aviso.
Y el hombre dijo a Joab: Aunque yo me pesara en mis manos mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros lo oímos cuando el rey te mandó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón.
Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a tomarlo. Y le fue dicho: He aquí él está en Dotán. \'
Y Eliseo sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos; y el rey envió a él un varón. Mas antes que el mensajero viniera a él, dijo él a los ancianos: ¿No habéis visto como este hijo del homicida me envía a quitarme la cabeza? Mirad, pues, y cuando viniere el mensajero, cerrad la puerta, e impedidle la entrada; ¿no viene tras él el estruendo de los pies de su amo?
mirad cuál es el mejor y él más recto de los hijos de vuestro señor, y ponedlo en el trono de su padre; y pelead por la casa de vuestro señor.
Y entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal, y dijo a los siervos de Baal: Mirad y ved que por dicha no haya aquí entre vosotros alguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los siervos de Baal.
Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; para que no juzguéis en lugar de hombre, sino en lugar del SEÑOR, el cual está con vosotros en la palabra del juicio.
Y mirad bien que no hagáis error en esto, ¿por qué habrá de crecer el daño para perjuicio de los reyes?
Ahora pues, si queréis, mirad en mí, y ved si mentiré delante de vosotros.
Considerad bien su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera.
¡Mirad cuán bueno y cuán suave es habitar los hermanos igualmente en uno!
Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros todos los siervos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches.
Y El dijo: Ve, y di a este pueblo: ``Escuchad bien, pero no entendáis; mirad bien, pero no comprendáis."
Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, oíd.
Y dirá en aquel día el morador de esta isla: Mirad qué tal fue nuestra esperanza, donde nos acogimos por socorro, para ser libres de la presencia del rey de Asiria, ¿y cómo escaparemos?
Mirad no os engañe Ezequías diciendo: El SEÑOR nos librará. ¿Libraron los dioses de los gentiles cada uno a su tierra de la mano del rey de Asiria?
Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas: él saca por cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará por la multitud de sus fuerzas, y por la fortaleza de su fuerza.
Oh sordos, oíd; y ciegos, mirad para ver.
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.
Mirad, éstos vendrán de lejos; y he aquí, otros del norte y del occidente, y otros de la tierra de Sinim.
Oídme, los que seguís justicia, los que buscáis al SEÑOR: mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y a la caverna de la fosa de donde fuisteis arrancados.
Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara la que os dio a luz; porque solo lo llamé, y lo bendije, y lo multipliqué.
Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos, como humo; y la tierra se envejecerá, como ropa de vestir; y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salud será para siempre, y mi justicia no perecerá.
Porque pasad a las islas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad con diligencia y mirad, ¿acaso se ha hecho cosa semejante a ésta?
Discurrid por las plazas de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo perdonaré a la ciudad.
Así dijo el SEÑOR: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
Preguntad ahora, y mirad si da a luz el varón; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer de parto, y se han tornado pálidos todos los rostros.
Lámed: ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; porque el SEÑOR me ha angustiado en el día de la ira de su furor.
{El rey} respondió y dijo: ¡Mirad! Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno, y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses.
Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los palestinos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su término es mayor que vuestro término.
Mirad entre los gentiles, y ved, y maravillaos pasmosamente; porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.