'Nos' en la Biblia
Si el SEÑOR de los ejércitos No nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, Seríamos como Sodoma, {Y} semejantes a Gomorra.
Vendrán muchos pueblos, y dirán: ``Vengan, subamos al monte del SEÑOR, A la casa del Dios de Jacob, Para que nos enseñe {acerca} de Sus caminos, Y andemos en Sus sendas." Porque de Sion saldrá la ley (la instrucción), Y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
Porque en aquel día siete mujeres echarán mano de un hombre, diciendo: ``Nuestro pan comeremos y con nuestra ropa nos vestiremos; tan sólo déjanos llevar tu nombre. Quita nuestro oprobio."
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Al tiempo de la tarde, {hay} terror. Antes de la mañana ya no existen. Tal {será} la porción de los que nos despojan, Y la suerte de los que nos saquean.
Y en aquel día se dirá: ``Este es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara. Este es el SEÑOR a quien hemos esperado; Regocijémonos y alegrémonos en su salvación."
Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros señores fuera de Ti nos han gobernado. {Pero} sólo en Ti confesamos Tu nombre.
Estábamos encinta, nos retorcíamos {en los dolores,} Dimos a luz, al parecer, {sólo} viento. No logramos liberación para la tierra, Ni nacieron habitantes del mundo.
Porque han dicho: ``Hemos hecho un pacto con la muerte, Hemos hecho un convenio con el Seol (región de los muertos). Cuando pase el azote abrumador, no nos alcanzará, Porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio Y en el engaño nos hemos escondido."
¡Ay de los que van muy hondo Para esconder sus planes al SEÑOR, Y realizan sus obras en tinieblas Y dicen: `` ¿Quién nos ve? o ¿Quién nos conoce?"
Que dicen a los videntes: ``No vean {visiones;"} Y a los profetas: ``No nos profeticen lo que es recto, Dígannos palabras agradables, Profeticen ilusiones.
Porque el SEÑOR es nuestro juez, El SEÑOR es nuestro legislador, El SEÑOR es nuestro rey; El nos salvará.
Entonces Eliaquim, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: ``Le rogamos que usted hable a sus siervos en Arameo porque nosotros {lo} entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá (Hebreo) a oídos del pueblo que está sobre la muralla."
Que tampoco Ezequías los haga confiar en el SEÑOR, diciendo: ``Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'"
~`{Cuidado,} no sea que Ezequías los engañe, diciendo: ``El SEÑOR nos librará." ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria?
Que expongan y nos declaren lo que ha de suceder. En cuanto a los {hechos} anteriores, declaren lo que fueron, Para que los consideremos y sepamos su resultado, O bien, anúnciennos lo que ha de venir.
Declaren lo que ha de suceder en el futuro, Para que sepamos que ustedes son dioses. Sí, hagan {algo} bueno o malo, para que nos desalentemos y temamos a una.
Todas las naciones a una se han reunido Y se han congregado los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto Y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, Que oigan y digan: ``Es verdad."
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Nos apartamos cada cual por su camino; Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre El La iniquidad de todos nosotros.
{Dicen:} ` ¿Por qué hemos ayunado, y Tú no {lo} ves? ¿{Por qué} nos hemos humillado, y Tú no haces caso?' Pero en el día de su ayuno buscan {su} conveniencia Y oprimen a todos sus trabajadores.
Por tanto el derecho está lejos de nosotros, Y no nos alcanza la justicia. Esperamos luz, y sólo hay tinieblas; Claridad, {pero} andamos en oscuridad.
Las misericordias del SEÑOR recordaré, las alabanzas del SEÑOR, Conforme a todo lo que nos ha otorgado el SEÑOR, Por Su gran bondad hacia la casa de Israel, Que les ha otorgado conforme a Su compasión Y conforme a la multitud de Sus misericordias.
Porque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor.
¿Por qué, oh SEÑOR, nos haces desviar de Tus caminos Y endureces nuestro corazón a Tu temor? Vuélvete por amor de Tus siervos, las tribus de Tu heredad.
Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas. Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.
Y no hay quien invoque Tu nombre, Quien se despierte para agarrarse de Ti. Porque has escondido Tu rostro de nosotros Y nos has entregado al poder de nuestras iniquidades.
¿Te detendrás ante estas cosas, oh SEÑOR? ¿Guardarás silencio y nos afligirás sin medida?