'Nos' en la Biblia
El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte;
Y partidos de Horeb, anduvimos todo este desierto grande y temeroso que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como el SEÑOR nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea.
Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo, el cual el SEÑOR nuestro Dios nos da.
Y llegasteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros, que nos reconozcan la tierra y nos traigan de vuelta razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.
Y tomaron en sus manos del fruto de la tierra, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da.
y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque el SEÑOR nos aborrecía, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en mano del amorreo para destruirnos.
Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra el SEÑOR; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno de sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte.
como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y los moabitas que habitan en Ar; hasta que pase el Jordán a la tierra que nos da el SEÑOR nuestro Dios.
Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza.
Y volvimos, y subimos camino de Basán, y nos salió al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo, en Edrei.
y dijisteis: He aquí, el SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que el SEÑOR habla al hombre, y éste vive.
Ahora pues, ¿por qué moriremos? Que este gran fuego nos consumirá; si volvemos a oír la voz del SEÑOR nuestro Dios, moriremos.
Llega tú, y oye todas las cosas que dijere el SEÑOR nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.
Entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte;
y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres;
y nos mandó el SEÑOR que hiciésemos todos estos estatutos, para que temamos al SEÑOR nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos dé vida, como parece hoy.
Y tendremos justicia cuando guardemos haciendo todos estos mandamientos delante del SEÑOR nuestro Dios, como él nos ha mandado.
para que no digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo el SEÑOR introducirlos en la tierra que les había dicho, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.
Y llegarás al sacerdote que fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy al SEÑOR tu Dios que he entrado en la tierra que juró el SEÑOR a nuestros padres que nos había de dar.
y los egipcios nos maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
Y nos sacó el SEÑOR de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande espanto, y con señales y con milagros;
y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo tomará y nos lo recitará, para que lo cumplamos?
Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo tome y nos lo recite, a fin de que lo cumplamos?
Ley nos mandó Moisés por heredad a la congregación de Jacob.