'Orar' en la Biblia
y había salido Isaac a orar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.
Porque tú, SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón para orar delante de ti esta oración.
(porque habrán oído de tu gran nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta Casa;
Y fue, que cuando acabó Salomón de orar al SEÑOR toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar del SEÑOR con sus manos extendidas al cielo;
Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo de orar delante de ti.
Y cuando Salomón acabó de orar, el fuego descendió de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria del SEÑOR llenó la Casa.
Y acaecerá, que cuando Moab pareciere que está cansado sobre los altos, entonces vendrá a su Santuario a orar, y no podrá.
Y Jeremías profeta les dijo: Ya he oído. He aquí que voy a orar al SEÑOR vuestro Dios, como habéis dicho; y será que todo lo que el SEÑOR os respondiere, os enseñaré; no os reservaré palabra.
y vendrán los moradores de una ciudad a la otra, y dirán: Vamos a orar a la faz del SEÑOR, y busquemos al SEÑOR de los ejércitos. (Y el otro responderá: ) Yo también iré.
Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al SEÑOR de los ejércitos en Jerusalén, y a orar a la faz del SEÑOR.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario.
Y despedida la multitud, subió en el monte, apartado, a orar; y cuando llegó la tarde del día, estaba allí solo.
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?
Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro y a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
Y aconteció que estando él orando en un lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
Dos hombres subieron al Templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano.
Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar, cerca de la hora sexta;
Y asimismo también el Espíritu nos ayuda en nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.
Juzgad vosotros mismos: ¿es honesto la mujer orar a Dios no cubierta?
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir a Dios que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y entendimiento espiritual;