'Oyeron' en la Biblia
Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
Lloró tan fuerte que {lo} oyeron los Egipcios, y la casa de Faraón se enteró {de ello.}
``Saca fuera del campamento al que maldijo, y que todos los que {lo} oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la congregación lo apedree.
"Entonces el SEÑOR les habló de en medio del fuego; oyeron su voz, sólo la voz, pero no vieron figura alguna.
"Y cuando ustedes oyeron la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía con fuego, se acercaron a mí, todos los jefes de sus tribus y sus ancianos,
"Como las naciones que el SEÑOR destruye delante de ustedes, así perecerán ustedes, porque no oyeron la voz del SEÑOR su Dios.
Cuando todos los reyes de los Amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los Cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los Israelitas hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había ánimo en ellos a causa de los Israelitas.
Y los Israelitas oyeron decir: ``Los Rubenitas, los Gaditas y la media tribu de Manasés han edificado un altar en el límite de la tierra de Canaán, en la región del Jordán, en el lado {que pertenece a} los Israelitas."
Cuando los Israelitas oyeron {esto,} toda la congregación de los Israelitas se reunió en Silo para subir a pelear contra ellos.
Cuando el sacerdote Finees y los principales de la congregación, es decir, las cabezas de las familias de Israel que {estaban} con él, oyeron las palabras que dijeron los Rubenitas, los Gaditas y la media tribu de Manasés, les pareció bien.
(Y los hijos de Benjamín oyeron que los Israelitas habían subido a Mizpa). Entonces los Israelitas preguntaron: ``Dígan{nos,} ¿cómo ocurrió esta maldad?"
Cuando los Filisteos oyeron que los Israelitas se habían reunido en Mizpa, los príncipes de los Filisteos subieron contra Israel. Cuando oyeron esto los Israelitas, tuvieron temor de los Filisteos.
Cuando todos los hombres de Israel que se habían escondido en la región montañosa de Efraín oyeron que los Filisteos habían huido, ellos también los persiguieron muy de cerca en la batalla.
Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del Filisteo, se acobardaron y tuvieron gran temor.
Cuando oyeron los habitantes de Jabes de Galaad lo que los Filisteos habían hecho a Saúl,
Y todos los Moabitas oyeron que los reyes habían subido a pelear contra ellos. Y convocaron a todos, desde los que podían ponerse armadura en adelante, y se colocaron en la frontera.
Cuando todos los jefes de tropas, ellos y {sus} hombres, oyeron que el rey de Babilonia había nombrado {gobernador} a Gedalías, vinieron a éste en Mizpa: Ismael, hijo de Netanías, Johanán, hijo de Carea, Seraías, hijo de Tanhumet el Netofatita, y Jaazanías, hijo del Maacateo, ellos y sus hombres.
Cuando los de Jabes de Galaad oyeron todo lo que los Filisteos habían hecho a Saúl,
Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.
Y cuando oyeron la ley, excluyeron de Israel a todo extranjero.
Cuando tres amigos de Job, Elifaz, el Temanita, Bildad, el Suhita y Zofar, el Naamatita, oyeron de todo este mal que había venido sobre él, vinieron cada uno de su lugar, pues se habían puesto de acuerdo para ir juntos a condolerse de él y a consolarlo.
Yo los destinaré a la espada, Y todos ustedes se encorvarán para la matanza. Porque llamé, pero no respondieron, Hablé, pero no oyeron; Hicieron lo malo ante Mis ojos Y escogieron aquello que no me complacía."
``Y ahora, por cuanto han hecho todas estas obras," declara el SEÑOR, ``y a pesar de que les hablé desde temprano y hablando {sin cesar}, no oyeron; los llamé, pero no respondieron.
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del SEÑOR.
Cuando los jefes de Judá oyeron estas cosas, subieron de la casa del rey a la casa del SEÑOR, y se sentaron a la entrada de la Puerta Nueva de la {casa} del SEÑOR.
Cuando el rey Joacim y todos sus valientes y todos los jefes oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo; pero Urías se enteró, tuvo miedo, huyó y se fue a Egipto.
Cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros atemorizados, y dijeron a Baruc: ``Ciertamente haremos saber al rey todas estas palabras."
Ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras tuvieron temor ni rasgaron sus vestiduras.
Entretanto, el ejército de Faraón había salido de Egipto, y cuando los Caldeos que tenían sitiada a Jerusalén oyeron la noticia acerca de ellos, levantaron el {sitio} de Jerusalén.
Y Sefatías, hijo de Matán, Gedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, oyeron las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo:
Y todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
También todos los Judíos que estaban en Moab, Amón, y Edom, y los que {estaban} en todos los {demás} países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
Entonces las naciones oyeron de él; En su foso fue capturado, Y lo llevaron con garfios A la tierra de Egipto.
Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron {y} adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
Pero cuando los Fariseos {lo} oyeron, dijeron: ``Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios."
"Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron.
Entonces, acercándose los discípulos, Le dijeron: `` ¿Sabes que los Fariseos se escandalizaron cuando oyeron Tus palabras?"
Cuando los discípulos oyeron {esto,} cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor.
Cuando Sus parientes oyeron {esto,} fueron para hacerse cargo de El, porque decían: ``Está fuera de sí."
Cuando los discípulos de Juan oyeron {esto,} fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura.
Los principales sacerdotes y los escribas oyeron {esto} y buscaban cómo destruir a Jesús, pero Le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de Su enseñanza.
Cuando ellos {lo} oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregar a Jesús en un momento oportuno.
Cuando ellos oyeron que Jesús estaba vivo y que ella Lo había visto, se negaron a creerlo.
Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado (engrandecido) Su gran misericordia hacia ella, y se regocijaban con ella.
Y todos los que {lo} oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.
Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas,
porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron."
Los que oyeron {esto,} dijeron: `` ¿Y quién podrá salvarse?"
"Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará la viña a otros." Y cuando ellos oyeron {esto,} dijeron: `` ¡Nunca suceda tal cosa!"
Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Por eso muchos de Sus discípulos, cuando oyeron {esto,} dijeron: ``Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?"
Los Fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de El. Entonces los principales sacerdotes y los Fariseos enviaron guardias para que Lo prendieran.
Entonces {algunos} de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: ``Verdaderamente Este es el Profeta."
"Yo hablo lo que he visto con {Mi} Padre; ustedes, entonces, hacen también lo que oyeron de {su} padre."
{Algunos} de los Fariseos que estaban con El oyeron esto y Le dijeron: `` ¿Acaso nosotros también somos ciegos?"
"Oyeron que les dije: `Me voy, y vendré a ustedes.' Si Me amaran, se regocijarían, porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que Yo.
Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén (Ciudad de Paz), sino que esperaran la promesa del Padre: ``La cual," {les dijo,} ``oyeron de Mí;
Cuando oyeron estas palabras el capitán {de la guardia} del templo y los principales sacerdotes, se quedaron muy perplejos a causa de ellas, {pensando} en qué terminaría aquello.
Cuando ellos oyeron {esto,} se sintieron profundamente ofendidos y querían matarlos.
Cuando los apóstoles que {estaban} en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los Gentiles habían recibido la palabra de Dios.
Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando:
Cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: ``Le escucharemos otra vez acerca de esto."
Y comenzó a hablar abiertamente en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos.
Cuando oyeron {esto,} se llenaron de ira, {y} comenzaron a gritar: `` ¡Grande es Diana de los Efesios!"
Ellos, cuando {lo} oyeron, glorificaban a Dios y le dijeron: ``Hermano, ya ves cuántos miles hay entre los Judíos que han creído, y todos son celosos de la Ley (Mosaica).
Cuando oyeron que se dirigía a ellos en el idioma Hebreo, observaron aún más silencio. El continuó:
Si en verdad Lo oyeron y han sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús,
a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio (las buenas nuevas)
que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así {lo ha estado haciendo} también en ustedes, desde el día que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en verdad.
Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotros, {la} aceptaron no {como} la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en ustedes los que creen.
¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron.
Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.
ni a sonido de trompeta, ni a ruido de palabras {tal,} que los que oyeron rogaron que no se les hablara más.
Hijitos, es la última hora, y así como oyeron que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora.
En cuanto a ustedes, que permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio. Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio, ustedes también permanecerán en el Hijo y en el Padre.
Entonces ellos oyeron una gran voz del cielo que les decía: ``Suban acá." Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo (se oyeron) grandes voces en el cielo, que decían: ``El reino del mundo ha venido a ser {el reino} de nuestro Señor y de Su Cristo (el Mesías). El reinará por los siglos de los siglos."