'Oyeron' en la Biblia
Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
Y lloró tan fuerte que {lo} oyeron los egipcios, y la casa de Faraón se enteró {de ello.}
Saca fuera del campamento al que maldijo, y que todos los que {lo} oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la congregación lo apedree.
Y aconteció que cuando todos los reyes de los amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había aliento en ellos a causa de los hijos de Israel.
Y sucedió que al cabo de tres días después de haber hecho pacto con ellos, oyeron que eran vecinos y que habitaban en su tierra.
Y los hijos de Israel oyeron decir: He aquí, los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés han edificado un altar en el límite de la tierra de Canaán, en la región del Jordán, en el lado {que pertenece a} los hijos de Israel.
Y cuando el sacerdote Finees y los principales de la congregación, es decir, las cabezas de las familias de Israel que {estaban} con él, oyeron las palabras que dijeron los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de Manasés, les pareció bien.
(Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa.) Y los hijos de Israel dijeron: Decid{nos,} ¿cómo ocurrió esta maldad?
Cuando los filisteos oyeron que los hijos de Israel se habían reunido en Mizpa, los príncipes de los filisteos subieron contra Israel. Cuando oyeron esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos.
Cuando todos los hombres de Israel que se habían escondido en la región montañosa de Efraín oyeron que los filisteos habían huido, ellos también los persiguieron muy de cerca en la batalla.
Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del filisteo, se acobardaron y tuvieron gran temor.
Cuando oyeron los habitantes de Jabes de Galaad lo que los filisteos habían hecho a Saúl,
Y todos los moabitas oyeron que los reyes habían subido a pelear contra ellos. Y convocaron a todos, desde los que podían ceñir armadura para arriba, y se pusieron en la frontera.
Cuando todos los capitanes de tropas, ellos y {sus} hombres, oyeron que el rey de Babilonia había nombrado {gobernador} a Gedalías, vinieron a éste en Mizpa: Ismael, hijo de Netanías, Johanán, hijo de Carea, Seraías, hijo de Tanhumet netofatita, y Jaazanías, hijo del maacateo, ellos y sus hombres.
Cuando oyeron los de Jabes de Galaad todo lo que los filisteos habían hecho a Saúl,
Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.
Y sucedió que cuando oyeron la ley, excluyeron de Israel a todo extranjero.
Cuando tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita, oyeron de todo este mal que había venido sobre él, vinieron cada uno de su lugar, pues se habían puesto de acuerdo para ir juntos a condolerse de él y a consolarlo.
Y los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del SEÑOR.
Y cuando los jefes de Judá oyeron estas cosas, subieron de la casa del rey a la casa del SEÑOR, y se sentaron a la entrada de la puerta Nueva de la {casa} del SEÑOR.
Cuando el rey Joacim y todos sus valientes y todos los jefes oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo; pero Urías se enteró, tuvo miedo, huyó y se fue a Egipto.
Y sucedió que cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros atemorizados, y dijeron a Baruc: Ciertamente haremos saber al rey todas estas palabras.
Ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras tuvieron temor ni rasgaron sus vestiduras.
Entretanto, el ejército de Faraón había salido de Egipto, y cuando los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén oyeron la noticia acerca de ellos, levantaron el {sitio} de Jerusalén.
Y oyeron Sefatías, hijo de Matán, Gedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo:
Y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
Asimismo todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que {estaban} en todos los {demás} países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
``Entonces oyeron de él las naciones; en su foso fue capturado, y lo llevaron con garfios a la tierra de Egipto.
Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron {y} adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
Pero cuando los fariseos {lo} oyeron, dijeron: Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios.
Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no {lo} vieron; y oír lo que vosotros oís, y no {lo} oyeron.
Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron*: ¿Sabes que los fariseos se escandalizaron cuando oyeron tus palabras?
Cuando los discípulos oyeron {esto,} cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor.
Cuando sus parientes oyeron {esto,} fueron para hacerse cargo de El, porque decían: Está fuera de sí.
Cuando sus discípulos oyeron {esto,} fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura.
Los principales sacerdotes y los escribas oyeron {esto} y buscaban cómo destruirle, porque le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de su enseñanza.
Cuando ellos {lo} oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregarle en un momento oportuno.
Cuando ellos oyeron que El estaba vivo y que ella le había visto, se negaron a creerlo.
Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran misericordia hacia ella; y se regocijaban con ella.
Y todos los que {lo} oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.
Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas,
Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos {le} oyeron, reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan.
porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no {lo} vieron, y oír lo que vosotros oís, y no {lo} oyeron.
Los que oyeron {esto,} dijeron: ¿Y quién podrá salvarse?
Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará la viña a otros. Y cuando ellos oyeron {esto,} dijeron: ¡Nunca suceda tal cosa!
Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron {a Jesús} era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Por eso muchos de sus discípulos, cuando oyeron {esto,} dijeron: Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?
Los fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de El, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendieran.
Entonces {algunos} de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el Profeta.
{Algunos} de los fariseos que estaban con El oyeron esto y le dijeron: ¿Acaso nosotros también somos ciegos?
Cuando oyeron estas palabras, el capitán {de la guardia} del templo y los principales sacerdotes se quedaron muy perplejos a causa de ellos, {pensando} en qué terminaría aquello.
Cuando ellos oyeron {esto,} se sintieron profundamente ofendidos y querían matarlos.
Cuando los apóstoles que {estaban} en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios.
Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando
Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: Te escucharemos otra vez acerca de esto.
Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
Cuando oyeron {esto,} fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia oyeron la palabra del Señor, tanto judíos como griegos.
Cuando oyeron {esto,} se llenaron de ira, {y} gritaban, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!
Y ellos, cuando {lo} oyeron, glorificaban a Dios y le dijeron: Hermano, ya ves cuántos miles hay entre los judíos que han creído, y todos son celosos de la ley;
Cuando oyeron que se dirigía a ellos en el idioma hebreo, observaron aún más silencio; y él dijo*:
Lo oyeron hasta que dijo esto, y {entonces} alzaron sus voces y dijeron: ¡Quita de la tierra a ese individuo! No se le debe permitir que viva.
¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que {la} oyeron.
ni a sonido de trompeta, ni a ruido de palabras {tal,} que los que oyeron rogaron que no se les hablara más;
Entonces oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron.