'Patio' en la Biblia
Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual descendieron.
Y antes que Isaías hubiera salido del patio central, vino a él la palabra del SEÑOR, diciendo:
Todos los días Mardoqueo se paseaba delante del patio del harén para enterarse de cómo estaba Ester y qué le sucedía.
En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardia, que {estaba en} la casa del rey de Judá,
"Y Hanamel, hijo de mi tío, vino a verme al patio de la guardia conforme a la palabra del SEÑOR, y me dijo: `Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de posesión y el rescate es tuyo; cómpralo para ti.' Entonces supe que ésta era la palabra del SEÑOR.
y entregué la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Hanamel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra {y} en presencia de todos los Judíos que se encontraban en el patio de la guardia.
Entonces vino la palabra del SEÑOR a Jeremías por segunda vez, mientras él estaba aún detenido en el patio de la guardia:
Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y le dieran una torta de pan al día de la calle de los panaderos, hasta que se acabara todo el pan en la ciudad. Así que Jeremías permaneció en el patio de la guardia.
Entonces ellos tomaron a Jeremías, y bajándolo con cuerdas lo echaron en la cisterna de Malaquías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia. En la cisterna no había agua, sino lodo, así que Jeremías se hundió en el lodo.
Tiraron de Jeremías con las sogas y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías se quedó en el patio de la guardia.
Así Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada.
y enviaron a sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo pusieron al cuidado de Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, para que lo llevara a casa. Y Jeremías se quedó en medio del pueblo.
La palabra del SEÑOR había venido a Jeremías mientras estaba detenido en el patio de la guardia, diciéndole: