'Poderosos' en la Biblia
Entonces ha hecho que el que quedó del pueblo, señoree sobre los nobles: Jehová me hizo señorear sobre los poderosos.
E impuso Manahem este dinero sobre Israel, sobre todos los poderosos y opulentos: de cada uno cincuenta siclos de plata, para dar al rey de Asiria, y el rey de Asiria se volvió, y no se detuvo allí en la tierra.
Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, y a la madre del rey, y a las esposas del rey, y a sus oficiales, y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia.
Y reunió David en Jerusalén a todos los principales de Israel, los príncipes de las tribus, y los jefes de las divisiones que servían al rey, los jefes de millares y de centenas, con los superintendentes de toda la hacienda y posesión del rey, y sus hijos, con los oficiales, los poderosos, y todos sus hombres valientes.
Y todos los príncipes y poderosos, y todos los hijos del rey David, prestaron homenaje al rey Salomón.
Y bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes para ayudar al rey contra los enemigos.
e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido según la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo.
en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él a los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,
Él derrama menosprecio sobre los príncipes, y debilita la fuerza de los poderosos.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.
«Salmo de David» Dad a Jehová, oh hijos de poderosos, dad a Jehová la gloria y la fortaleza.
Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová.
Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
Porque ¿quién en los cielos se comparará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los poderosos?
Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis sus mandamientos, obedeciendo a la voz de su palabra.
El que hirió muchas gentes, y mató reyes poderosos;
y mató a reyes poderosos, porque para siempre es su misericordia;
La suerte pone fin a los pleitos, y decide entre los poderosos.
El sabio escala la ciudad de los poderosos y derriba la fortaleza en que confiaban.
La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en la ciudad.
Tus varones caerán a espada, y tus poderosos en la guerra.
Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los poderosos.
Él reduce a nada a los poderosos, y a los jueces de la tierra hace como cosa vana.
Traeré, por tanto, a los más malos de las naciones, los cuales poseerán sus casas; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados.
Tomó también de la simiente del reino, e hizo pacto con él, y le trajo a juramento; y tomó a los poderosos de la tierra,
Con espadas de fuertes haré caer a tu pueblo; todos ellos serán los poderosos de las naciones; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha.
De en medio del infierno hablarán a él los fuertes de entre los poderosos, con los que le ayudaron, que descendieron y yacen con los incircuncisos muertos a espada.
Comeréis carne de poderosos, y beberéis la sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes, de toros, engordados todos de Basán.
Aúlla, oh ciprés, porque el cedro cayó, porque los poderosos son derribados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el bosque espeso es derribado.
Derribó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes.
Pues mirad, hermanos, vuestro llamamiento, que no muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles son llamados.
y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando sea revelado del cielo el Señor Jesús con sus ángeles poderosos,
Y los reyes de la tierra, y los magistrados, y los ricos, y los capitanes, y los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas;