'Poned' en la Biblia
y {los} entregó a sus siervos, cada manada aparte, y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned un {buen} espacio entre manada y manada.
y poned fuego en ellos, y echad incienso sobre ellos mañana en la presencia del SEÑOR; y el hombre a quien el SEÑOR escoja {será} el que es santo. ¡Basta ya de vosotros, hijos de Leví!
Así que guardad{los} y poned{los} por obra, porque esta será vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos que al escuchar todos estos estatutos, dirán: ``Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente."
Y Josué dijo: Rodad piedras grandes hacia la entrada de la cueva, y poned junto a ella hombres que los vigilen,
Y sucedió que cuando llevaron estos reyes a Josué, Josué llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes de los hombres de guerra que habían ido con él: Acercaos, poned vuestro pie sobre el cuello de estos reyes. Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.
Y tomad el arca del SEÑOR y colocadla en el carro; y poned en una caja a su lado los objetos de oro que le entregaréis como ofrenda por la culpa. Luego, dejadla ir, y que se vaya.
En la carta había escrito: Poned a Urías al frente de la batalla más reñida y retiraos de él, para que sea herido y muera.
Y sucedió que después de haberlo enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; poned mis huesos junto a sus huesos.
Y él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned sal en ella. Y se {la} trajeron.
escoged al mejor y más capaz de entre los hijos de vuestro señor, y poned{lo} en el trono de su padre, y luchad por la casa de vuestro señor.
También dijo a los levitas que enseñaban a todo Israel {y} que estaban consagrados al SEÑOR: Poned el arca santa en la casa que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel; no será más una carga sobre {vuestros} hombros. Ahora servid al SEÑOR vuestro Dios y a su pueblo Israel.
Miradme, y quedaos atónitos, y poned la mano sobre {vuestra} boca.
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: Cortad sus árboles, y poned sitio contra Jerusalén. Esta es la ciudad que ha de ser castigada, todo dentro de ella es opresión.
Y a Sedequías, rey de Judá, hablé palabras como éstas, diciendo: Poned vuestra cerviz bajo el yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y viviréis.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Vosotros y vuestras mujeres habéis hablado con vuestra boca y {lo} habéis realizado con vuestras manos, diciendo: `Ciertamente cumpliremos los votos que hemos hecho de quemar sacrificios a la reina del cielo y de derramarle libaciones.' ¡Id a cumplir vuestros votos! ¡Poned por obra vuestros votos!"