'Real' en la Biblia
la lechuza, el somormujo, el búho real,
Te rogamos que pasemos por tu tierra; no pasaremos por labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozos: por el camino real iremos, sin apartarnos a la derecha ni a la izquierda, hasta que hayamos pasado tu término.
Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino real iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; y sin hacer otra cosa, pasaremos a pie.
Pasaré por tu tierra: no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos: por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
la lechuza, el búho real, el cisne,
Y David dijo a Aquís: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, séame dado lugar en algunas de las ciudades de la tierra, donde habite; porque ¿ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?
Y sucedió que levantándose David de su cama a la hora de la tarde, se paseaba por el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba lavando, la cual era muy hermosa.
Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de casa del rey, vino tras de él comida real.
Y Joab peleaba contra Rabá de los hijos de Amón, y tomó la ciudad real.
Y cuando se cortaba el cabello (lo cual hacía al fin de cada año, pues le causaba molestia, y por eso se lo cortaba), pesaba el cabello de su cabeza doscientos siclos de peso real.
Y sucedió que cuando Salomón hubo acabado la obra de la casa de Jehová, y la casa real, y todo lo que Salomón quiso hacer,
Y aconteció al cabo de veinte años, cuando Salomón había edificado las dos casas, la casa de Jehová y la casa real
Y Jehová levantó un adversario a Salomón, a Hadad, edomita, de la sangre real, el cual estaba en Edom.
Y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y lo saqueó todo: se llevó también todos los escudos de oro que Salomón había hecho.
Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio en manos de los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.
Entonces tomando Asa toda la plata y oro que había quedado en los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, los entregó en las manos de sus siervos, y los envió el rey Asa a Benadad, hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, el cual residía en Damasco, diciendo:
Y sucedió que cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa sobre sí; y así murió.
Y Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó, y destruyó toda la simiente real.
Y conspiró contra él Peka hijo de Remalías, capitán suyo, y lo hirió en Samaria, en el palacio de la casa real, en compañía de Argob y de Arif, y con cincuenta hombres de los hijos de los galaaditas; y lo mató, y reinó en su lugar.
Y tomando Acaz la plata y el oro que se halló en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real, envió al rey de Asiria un presente.
Y Ezequías le dio toda la plata que fue hallada en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real.
Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y quebró en piezas todos los vasos de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho.
Pero sucedió que en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpa.
Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió a Benadad rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:
Entonces Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la simiente real de la casa de Judá.
Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa apartada, leproso, por lo que había sido separado de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.
Aunque despojó Acaz la casa de Jehová, y la casa real, y las de los príncipes, para dar al rey de los asirios, con todo eso él no le ayudó.
Y cumplidos estos días, el rey hizo un banquete por siete días en el patio del huerto del palacio real para todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor que se hallaba en Susán capital del reino.
Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real, conforme a la generosidad del rey.
Asimismo la reina Vasti hizo banquete de mujeres, en la casa real del rey Asuero.
Si parece bien al rey, salga mandamiento real delante de él, y escríbase entre las leyes de Persia y de Media, y no sea traspasado: Que no venga más Vasti delante del rey Asuero: y dé el rey su reino a su compañera que sea mejor que ella.
Fue, pues, Esther llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.
Y el rey amó a Esther sobre todas las mujeres, y halló gracia y benevolencia delante de él más que todas las vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.
Y aconteció que al tercer día se vistió Esther su vestido real, y se puso en el patio interior de la casa del rey, frente al aposento del rey; y el rey estaba sentado en su trono regio en el aposento real, frente a la puerta del aposento.
traigan la vestidura real de que el rey se viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza;
Y Mardoqueo salió de delante del rey con una vestidura real de azul y blanco, y una gran corona de oro y un manto de lino fino y púrpura; y la ciudad de Susán se alegró y regocijó.
¿Diste tú hermosas alas al pavo real, o alas y plumas al avestruz?
Allí anidará el búho real, pondrá sus huevos y sacará sus pollos y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí los buitres, cada uno con su compañera.
Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema real en la mano de tu Dios.
Y aconteció en el mes séptimo, que vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la simiente real, y algunos príncipes del rey, y diez hombres con él, a Gedalías hijo de Ahicam en Mizpa; y juntos comieron pan allí en Mizpa.
Y dijo el rey a Aspenaz, príncipe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
En aquella misma hora salieron unos dedos de mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.
Todos los presidentes del reino, magistrados, gobernadores, grandes y capitanes, han acordado por consejo promulgar un real edicto, y confirmarlo, que cualquiera que demandare petición de cualquier dios u hombre en el espacio de treinta días, excepto de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.
Se llegaron luego, y hablaron delante del rey acerca del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que pidiere a cualquier dios u hombre en el espacio de treinta días, excepto a ti, oh rey, fuese echado en el foso de los leones? Respondió el rey y dijo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no se abroga.