'Reina' en la Biblia
Y los hombres de Israel dijeron a Gedeón: Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián.
Una vez los árboles fueron a ungir un rey sobre ellos, y dijeron al olivo: ``Reina sobre nosotros."
Entonces los árboles dijeron a la higuera: ``Ven, reina sobre nosotros."
Después los árboles dijeron a la vid: ``Ven tú, reina sobre nosotros."
Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: ``Ven tú, reina sobre nosotros."
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarle con preguntas difíciles.
Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado,
Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real magnificencia. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.
Y halló Hadad gran favor ante los ojos de Faraón, que le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.
También quitó a Maaca su madre de {ser} reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera; Asa derribó su horrible imagen y {la} quemó junto al torrente Cedrón.
Jehú encontró a los parientes de Ocozías, rey de Judá, y dijo: ¿Quiénes sois vosotros? Y ellos respondieron: Somos parientes de Ocozías; y hemos descendido para saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina madre.
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra; y digan entre las naciones: El SEÑOR reina.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado,
Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca hubo especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, más de lo que había traído al rey. Después ella se volvió y regresó a su tierra con sus siervos.
Y él también depuso a Maaca, su madre, de ser reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera, y Asa derribó la horrible imagen, {la} hizo pedazos y {la} quemó junto al torrente Cedrón.
Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijo.
La reina Vasti también hizo un banquete para las mujeres en el palacio que pertenecía al rey Asuero.
que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar al pueblo y a los príncipes su belleza, porque era muy hermosa.
Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey {transmitido} por los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él.
Conforme a la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti, por no haber obedecido el mandato del rey Asuero {transmitido} por los eunucos?
Y en presencia del rey y de los príncipes, Memucán dijo: La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey sino {también} a todos los príncipes y a todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero.
Porque la conducta de la reina llegará a conocerse por todas las mujeres y hará que ellas miren con desdén a sus maridos, y digan: ``El rey Asuero ordenó que la reina Vasti fuera llevada a su presencia, pero ella no fue."
Y {desde} hoy las señoras de Persia y Media que han oído de la conducta de la reina hablarán de {la misma manera} a todos los príncipes del rey, y {habrá} mucho desdén y enojo.
Si le place al rey, proclame él un decreto real y que se escriba en las leyes de Persia y Media para que no sea revocado, que Vasti no entre más a la presencia del rey Asuero, y que el rey dé su título de reina a otra que sea más digna que ella.
Y la joven que agrade al rey sea reina en lugar de Vasti. Y esto le pareció bien al rey, y así lo hizo.
Y el rey amó a Ester más que a todas las {otras} mujeres, y ella halló gracia y bondad con él más que todas las {demás} vírgenes, y él puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de Vasti.
Pero el asunto llegó a conocimiento de Mardoqueo, y él se lo comunicó a la reina Ester, y Ester informó al rey en nombre de Mardoqueo.
Vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se {lo} comunicaron, y la reina se angustió en gran manera. Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no {la} aceptó.
Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?
Y cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió hacia Ester el cetro de oro que {estaba} en su mano. Ester entonces se acercó y tocó el extremo del cetro.
Y el rey le dijo: ¿Qué te {preocupa,} reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
Y Amán añadió: Aun la reina Ester no permitió que nadie, excepto yo, viniera con el rey al banquete que ella había preparado; y también para mañana estoy invitado por ella junto con el rey.
Y el rey y Amán fueron {al banquete} a beber {vino} con la reina Ester.
También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.
Respondió la reina Ester, y dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, oh rey, y si le place al rey, que me sea concedida la vida según mi petición, y la de mi pueblo según mi deseo;
Entonces el rey Asuero preguntó a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está el que pretende hacer tal cosa?
Y Ester respondió: ¡El adversario y enemigo es este malvado Amán! Entonces Amán se sobrecogió de terror delante del rey y de la reina.
Y dejando de beber vino, el rey se levantó lleno de furor {y salió} al jardín del palacio; pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el mal había sido determinado contra él por el rey.
Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban bebiendo vino, Amán se había dejado caer sobre el lecho donde {se hallaba} Ester. Entonces el rey dijo: ¿Aún se atreve a hacer violencia a la reina estando yo en la casa? Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.
Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester {le} había revelado lo que era él para ella.
Entonces el rey Asuero dijo a la reina Ester y al judío Mardoqueo: He aquí, he dado a Ester la casa de Amán, y a él le han colgado en la horca porque extendió su mano contra los judíos.
Y el rey dijo a la reina Ester: En la fortaleza de Susa los judíos han matado y exterminado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué habrán hecho en las demás provincias del rey! ¿Cuál es tu petición {ahora?} Pues te será concedida. ¿Qué más quieres? También {te} será hecho.
Entonces la reina Ester, hija de Abihail, y el judío Mardoqueo escribieron con toda autoridad para confirmar esta segunda carta acerca de Purim.
para establecer estos días de Purim en sus tiempos señalados, tal como habían establecido para ellos el judío Mardoqueo y la reina Ester, según habían fijado para ellos y sus descendientes, con instrucciones para sus tiempos de ayuno y de lamentaciones.
Hijas de reyes hay entre tus damas nobles; a tu diestra, en oro de Ofir, está la reina.
Dios reina sobre las naciones; sentado está Dios en su santo trono.
Dios oirá y les responderá, El, que reina desde la antigüedad, (Selah) porque no hay cambio en ellos ni temen a Dios.
El S{EÑOR} reina, vestido está de majestad; el SEÑOR se ha vestido y ceñido de poder; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible.
Decid entre las naciones: El SEÑOR reina; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible; El juzgará a los pueblos con equidad.
El SEÑOR reina; regocíjese la tierra; alégrense las muchas islas.
El SEÑOR reina, estremézcanse los pueblos; sentado está {sobre} los querubines, tiemble la tierra.
¿Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, {y} dice a Sion: Tu Dios reina!
Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, las mujeres preparan la masa para hacer tortas a la reina del cielo, y derraman libaciones a otros dioses para ofenderme.
Di al rey y a la reina madre: Humillaos, sentaos {en el suelo}, porque ha caído de vuestras cabezas vuestra hermosa corona.
({Esto sucedió} después de salir de Jerusalén el rey Jeconías y la reina madre, los oficiales de la corte, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los herreros.)
sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.
Pero desde que dejamos de quemar sacrificios a la reina del cielo y derramarle libaciones, carecemos de todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.
Y, {dijeron las mujeres,} cuando nosotras quemábamos sacrificios a la reina del cielo y le derramábamos libaciones, ¿acaso sin saberlo nuestros maridos le hacíamos tortas con su imagen y le derramábamos libaciones?
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Vosotros y vuestras mujeres habéis hablado con vuestra boca y {lo} habéis realizado con vuestras manos, diciendo: `Ciertamente cumpliremos los votos que hemos hecho de quemar sacrificios a la reina del cielo y de derramarle libaciones.' ¡Id a cumplir vuestros votos! ¡Poned por obra vuestros votos!"
La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo: ¡Oh rey, vive para siempre! No te turben tus pensamientos ni se mude tu semblante.
Está decretado: {la reina} es despojada y deportada, y sus sirvientas gimen como palomas, golpeándose el pecho.