'Rey' en la Biblia
y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y {éste} lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.
hasta que SURGIO OTRO REY EN EGIPTO QUE NO SABIA NADA DE JOSE.
Este {rey,} obrando con astucia contra nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran {a la muerte} a sus niños para que no vivieran.
Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos.
{Herodes} estaba muy enojado con los de Tiro y de Sidón; pero ellos, de común acuerdo se presentaron ante él, y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, pedían paz pues su territorio era abastecido por el del rey.
Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años.
Después de quitarlo, les levantó por rey a David, del cual Dios también testificó y dijo: ``HE HALLADO A DAVID, {hijo} de Isaí, UN HOMBRE CONFORME A MI CORAZON, que hará toda mi voluntad."
y Jasón los ha recibido, y todos ellos actúan contra los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús.
Pasados varios días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a Festo.
Como estuvieron allí muchos días, Festo presentó el caso de Pablo ante el rey, diciendo: Hay un hombre que Félix dejó preso,
Y Festo dijo*: Rey Agripa y todos los demás aquí presentes con nosotros; {aquí} veis a este {hombre} acerca de quien toda la multitud de los judíos, tanto en Jerusalén como aquí, me hizo una petición declarando a gritos que no debe vivir más.
Pero no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante vosotros, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.
Con respecto a todo aquello de que los judíos me acusan, me considero afortunado, {oh} rey Agripa, de poder presentar hoy mi defensa delante de ti,
que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmente {a Dios} noche y día. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judíos.
al mediodía, oh rey, {yendo} de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía en torno mío y de los que viajaban conmigo.
Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto.
Rey Agripa, ¿crees {en} los profetas? Yo sé que crees.
Entonces el rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron,