'Rostro' en la Biblia
E hicieron saber al rey, diciendo: He aquí está Natán profeta; el cual cuando entró al rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra.
Entonces Betsabé se inclinó al rey, su rostro a tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.
Y él dijo: Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro, para que yo reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a mi hermano; porque por el SEÑOR era suyo.
Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla.
El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón (porque él no te hará volver tu rostro) para que me dé a Abisag sunamita por mujer.
Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me hagas volver mi rostro. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te haré volver el rostro.
Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie.
Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro, y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?
Y Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo; y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.
La cual cuando Elías la oyó, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso en pie a la puerta de la cueva. Y he aquí llegó una voz a él, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y vino Acab a su casa triste y enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió pan.