'Sino' en la Biblia
Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,
``Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a mi nombre."
Cuando el SEÑOR vio que se habían humillado, vino la palabra del SEÑOR a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré, sino que les concederé cierta libertad y mi furor no se derramará sobre Jerusalén por medio de Sisac.
Y en aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entraba, sino muchas tribulaciones sobre todos los habitantes de las tierras.
En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies. Su enfermedad era grave, pero aun en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.
sino que buscó al Dios de su padre, anduvo en sus mandamientos y no hizo como Israel.
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así.
Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te dije que no profetizaría lo bueno acerca de mí, sino lo malo?
Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros, diciendo: No peleéis contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.
y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis, pues no juzgáis en lugar de los hombres, sino en lugar del SEÑOR que está con vosotros cuando hacéis justicia.
y dijo: Prestad atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén y {tú,} rey Josafat: así os dice el SEÑOR: ``No temáis, ni os acobardéis delante de esta gran multitud, porque la batalla no es vuestra, sino de Dios.
sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que Judá y los habitantes de Israel se hayan prostituido como se prostituyó la casa de Acab, y también has matado a tus hermanos, tu propia familia, que eran mejores que tú,
Pero que nadie entre en la casa del SEÑOR sino los sacerdotes y los levitas que ministran; éstos pueden entrar porque son santos. Y que todo el pueblo guarde el precepto del SEÑOR.
No se acordó el rey Joás de la bondad que Joiada, padre de Zacarías, le había mostrado, sino que asesinó a su hijo. Y {éste} al morir dijo: Que {lo} vea el SEÑOR y tome venganza.
Pero a sus hijos no les dio muerte, sino que {hizo} conforme a lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado.
y se opusieron al rey Uzías, y le dijeron: No te corresponde a ti, Uzías, quemar incienso al SEÑOR, sino a los sacerdotes, hijos de Aarón, que son consagrados para quemar incienso. Sal del santuario, porque has sido infiel y no recibirás honra del SEÑOR Dios.
sino que anduvo en los caminos de los reyes de Israel; también hizo imágenes fundidas para los baales.
Y no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres, sino someteos al SEÑOR y entrad en su santuario, que El ha santificado para siempre, y servid al SEÑOR vuestro Dios para que su ardiente ira se aparte de vosotros.
Además, no se humilló delante del SEÑOR como su padre Manasés se había humillado, sino que Amón aumentó {su} culpa.
Pero él le envió mensajeros, diciendo: ¿Qué tenemos que ver el uno con el otro, oh rey de Judá? No {vengo} hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra, y Dios me ha ordenado que me apresure. Por tu propio bien, deja de {oponerte a} Dios, que está conmigo, para que El no te destruya.
Sin embargo, Josías no quiso retirarse de él, sino que se disfrazó para combatir contra él; tampoco escuchó las palabras de Necao {que venían} de boca de Dios, sino que vino a entablar batalla en la llanura de Meguido.