'También' en la Biblia
Y junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumista. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.
Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, príncipe de la mitad de la región de Jerusalén.
También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalén, para que de noche nos sirvan de centinelas, y de día en la obra.
También yo, y mis hermanos, y mis criados, les hemos prestado dinero y grano; absolvámosles ahora de este gravamen.
También desde el día que me mandó el rey que fuese gobernador de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador.
También continué en la obra de restauración de este muro, y no compramos heredad; y todos mis criados juntos estaban allí en la obra.
Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, seis ovejas escogidas, y aves también se aparejaban para mí, y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave.
Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas sus obras, y también de Noadías profetisa, y de los otros profetas que trataban de intimidarme.
También contaban delante de mí las buenas obras de él, y a él le referían mis palabras. Y Tobías enviaba cartas para atemorizarme.
Echamos también las suertes, los sacerdotes, los levitas, y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada un año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley.
Que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra a los levitas; y que los levitas recibirían los diezmos de nuestras labores en todas las ciudades:
Los levitas en días de Eliasib, de Joiada, y de Johanán y Jadúa, fueron escritos por cabezas de familias; también los sacerdotes, hasta el reinado de Darío el persa.
Y sacrificaron aquel día grandes víctimas, e hicieron alegrías; porque Dios los había recreado con grande contentamiento; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído desde lejos.
En aquellos días vi en Judá algunos que pisaban los lagares en sábado, y que acarreaban gavillas, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos, y toda clase de carga, y traían a Jerusalén en día de sábado; y les amonesté acerca del día que vendían el mantenimiento.
También estaban en ella tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalén.
Y dije a los levitas que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del sábado. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la muchedumbre de tu misericordia.