'Tarsis' en la Biblia
Y los hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Quitim, y Dodanim.
y el cuarto orden, un tarsis (o berilo), un ónice, y un jaspe; estarán engastadas en oro en sus encajes.
Y el cuarto orden, un tarsis (o berilo), un ónice, y un jaspe; cercadas y encajadas en sus engastes de oro.
Porque el rey tenía la flota del mar en Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, monos y pavos.
Había hecho Josafat navíos en Tarsis, los cuales habían de ir a Ofir por oro; mas no fueron, porque se rompieron en Ezión-geber.
Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim, y Dodanim.
Hijo de Jediael fue Bilhán; y los hijos de Bilhán: Jeús, Benjamín, Aod, Quenaana, Zetán, Tarsis, y Ahisahar.
Porque la flota del rey iba a Tarsis con los siervos de Hiram, y cada tres años solían venir las naves de Tarsis, y traían oro, plata, marfil, simios, y pavos.
se juntó con él para aparejar navíos que fueran a Tarsis; y construyeron los navíos en Ezión-geber.
Entonces Eliezer hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has juntado con Ocozías, el SEÑOR destruirá tus obras. Y los navíos se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.
y estaban junto a él, Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena, y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que veían el rostro del rey, y se sentaban los primeros en el reino):
Con viento solano quiebras tú las naves de Tarsis.
Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas.
Carga de Tiro. Aullad, naves de Tarsis, porque destruida es Tiro hasta no quedar casa, ni entrada; de la tierra de Quitim es revelado a ellos.
Pasaos a Tarsis; aullad, moradores de la isla.
Pásate, como río, de tu tierra, oh hija de Tarsis; porque no tendrás ya más fortaleza.
Aullad, naves de Tarsis; porque destruida es vuestra fortaleza.
Porque a mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata, y su oro con ellos, al nombre del SEÑOR tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a los gentiles, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco; a Tubal y a Javán, a las islas apartadas, que nunca oyeron mi nombre, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre los gentiles.
Traerán plata batida de Tarsis, y oro de Ufaz; obrará el artífice, y las manos del fundidor; los vestirán de cárdeno y de púrpura; obra de peritos es todo.
Y el parecer de las ruedas y su hechura parecía de Tarsis (o de Turquesa). Y todas cuatro tenían una misma semejanza: su apariencia y su hechura como es una rueda en medio de otra rueda.
Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.
Tarsis tu mercadera a causa de la multitud de todas tus riquezas en plata, hierro, estaño, y plomo, dio en tus ferias.
Las naves de Tarsis, tus cuadrillas, fueron en tu negociación; y fuiste llena, y fuiste multiplicada en gran manera en medio de los mares.
Sabá, y Dedán, y los mercaderes de Tarsis, y todos sus leoncillos, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar presa, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
y su cuerpo era como piedra de Tarsis (turquesa), y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de un ejército.
Y Jonás se levantó para huir de la presencia del SEÑOR a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagándole su pasaje entró en él, para irse con ellos a Tarsis huyendo de la presencia del SEÑOR.
Y oró al SEÑOR, y dijo: Ahora, oh SEÑOR, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y compasivo, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.