'Un' en la Biblia
Sesán no tuvo hijos, sino hijas. Y Sesán tenía un siervo egipcio cuyo nombre {era} Jarha.
Y Maaca, mujer de Maquir, dio a luz un hijo, y le llamó Peres; y el nombre de su hermano {fue} Seres, y sus hijos {fueron} Ulam y Requem.
Después se unió a su mujer, y ella concibió y dio a luz un hijo, y él lo llamó Bería, porque la calamidad había venido sobre su casa.
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel, conforme a la palabra del SEÑOR por medio de Samuel.
Y David había dicho: El que primero hiera a un jebuseo será jefe y comandante. Y Joab, hijo de Sarvia, subió primero, y fue hecho jefe.
David sintió un gran deseo, y dijo: ¡Quién me diera de beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!
Benaía, hijo de Joiada, hijo de un valiente de Cabseel, de grandes hazañas, mató a los dos {hijos de} Ariel de Moab. Y él descendió y mató a un león en medio de un foso un día que estaba nevando.
También mató a un egipcio, un hombre grande de cinco codos de estatura; y en la mano del egipcio {había} una lanza como un rodillo de tejedor, pero {Benaía} descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del egipcio, lo mató con su propia lanza.
Porque día tras día se pasaban {hombres} a David para ayudarlo, hasta que hubo un gran ejército, como un ejército de Dios.
Todos éstos, hombres de guerra, que podían ponerse en orden de batalla, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para hacer rey a David sobre todo Israel; también todos los demás de Israel eran de un mismo parecer para hacer rey a David.
Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo, y Uza y Ahío guiaban el carro.
David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas contra ellos; dales un rodeo por detrás, y sal a ellos frente a las balsameras.
Y {David} hizo para sí casas en la ciudad de David, y preparó un lugar para el arca de Dios y levantó una tienda para ella.
David iba vestido de un manto de lino fino, también todos los levitas que llevaban el arca, asimismo los cantores y Quenanías, director de canto {entre} los cantores. David además llevaba encima un efod de lino.
y vagaban de nación en nación, y de un reino a otro pueblo,
`He estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
`Asignaré también un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré {allí} para que habite en su propio lugar y no sea removido más; tampoco los malvados los oprimirán más como antes,
Y {aun} esto fue poco ante tus ojos, oh Dios, pues {también} has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro lejano, y me has considerado conforme a la medida de un hombre excelso, oh SEÑOR Dios.
¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual Dios vino a redimir {como} pueblo para sí, a fin de darte un nombre {por medio} de cosas grandes y terribles, al echar naciones de delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto?
David tomó la corona de la cabeza de su rey, y halló que pesaba un talento de oro y que tenía en ella una piedra preciosa; y fue puesta sobre la cabeza de David. Sacó además una gran cantidad de botín de la ciudad.
De nuevo hubo guerra contra los filisteos, y Elhanán, hijo de Jair, mató a Lahmi, hermano de Goliat geteo; el asta de su lanza {era} como un rodillo de tejedor.
Y hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de {gran} estatura que tenía veinticuatro dedos, seis {en cada mano} y seis {en cada pie;} él también descendía de los gigantes.
Y se levantó Satanás contra Israel e incitó a David a hacer un censo de Israel.
Y Joab dio a David el total del censo de {todo} el pueblo. Y en todo Israel había un millón cien mil hombres que sacaban espada; y en Judá {había} cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.
Pero entre ellos no hizo un censo de Leví ni de Benjamín, porque la orden del rey era detestable para Joab.
Y envió Dios un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruir{la,} miró el SEÑOR y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: Basta, detén ahora tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán jebuseo.
Luego el ángel del SEÑOR ordenó a Gad que dijera a David que subiera y edificara un altar al SEÑOR en la era de Ornán jebuseo.
Entonces David dijo a Ornán: Dame el lugar de {esta} era, para que edifique en él un altar al SEÑOR; me lo darás por su justo precio, para que se retire la plaga del pueblo.
Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente {lo} compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada.
Entonces David edificó allí un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al SEÑOR, y El le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto.
``He aquí, te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor, pues Salomón será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel.
He aquí, con grandes esfuerzos he preparado para la casa del SEÑOR cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque hay en abundancia; también he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir.
Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo.
Este Benaía {era} un valiente de los treinta, y {estaba} sobre los treinta, y en su división {estaba} su hijo Amisabad.
y da a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que {los} cumpla todos y edifique el templo, para el cual he provisto.
Y el SEÑOR engrandeció en gran manera a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le confirió un reinado glorioso como nunca había tenido ningún rey en Israel antes de él.