'Uno' en la Biblia
Llamando David a uno de los jóvenes, {le} dijo: ``Ve, mátalo." Y él lo hirió, y murió.
Y David trajo a los hombres que {estaban} con él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón.
Cada uno agarró a su adversario por la cabeza, y {metió} su espada en el costado del adversario de manera que cayeron juntos. Por eso aquel lugar fue llamado Helcat Hazurim, el cual está en Gabaón.
Abner le dijo: ``Desvíate a tu derecha o a tu izquierda, apodérate de uno de los jóvenes y toma para ti sus despojos." Pero Asael no quería dejar de perseguirlo.
El hijo de Saúl {tenía} dos hombres que eran jefes de bandas: el nombre de uno era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón el Beerotita, de la tribu de Benjamín (porque Beerot es también considerado {parte} de Benjamín,
porque cuando uno me avisó: `Saúl ha muerto,' pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por {sus} noticias.
Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.
Respondió Siba al rey: ``Conforme a todo lo que mi señor el rey mande a su siervo, así hará su siervo." Y Mefiboset comió a la mesa de David como uno de los hijos del rey.
Entonces David dijo al mensajero: ``Así dirás a Joab: `No tengas pesar por esto, porque la espada devora tanto a uno como al otro. Haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela'; y tú aliéntalo."
Entonces el SEÑOR envió a Natán a David. Y Natán vino a él y le dijo: ``Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
"Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías como uno de los insensatos de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti."
Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón {les} había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.
Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: ``Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos."
``Su sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara, uno hirió al otro y lo mató.
Y la mujer dijo: `` ¿Por qué, pues, ha pensado tal cosa contra el pueblo de Dios? Porque al decir esta palabra, el rey {se hace} como uno que es culpable, {ya que} el rey no hace volver a su desterrado.
David subía a la cuesta del {Monte de los} Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y {los pies} descalzos. Entonces todo el pueblo que {iba} con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.
El consejo que Ahitofel daba en aquellos días {era} como si uno consultara la palabra de Dios. Así era {considerado} todo consejo de Ahitofel tanto por David como por Absalón.
"Así que iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra. De él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.
Cuando uno de los hombres vio {esto,} avisó a Joab: ``Yo vi a Absalón colgado de una encina."
Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: ``Miren, el rey está sentado a la puerta," entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero {los de} Israel habían huido, cada uno a su tienda.
Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, el Benjamita; y {éste} tocó la trompeta y dijo: ``No tenemos parte con David, Ni tenemos heredad con el hijo de Isaí; ¡Israel, cada uno a sus tiendas!"
Y junto a Amasa estaba uno de los jóvenes de Joab, y dijo: ``Quien esté por Joab y quien esté por David, que siga a Joab."
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue {a hablar} a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se {la} arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
Y después de él, Eleazar, hijo de Dodo el Ahohíta, uno de los tres valientes {que estaban} con David cuando desafiaron a los Filisteos que se habían reunido allí para la batalla y se habían retirado los hombres de Israel.