'Vino' en la Biblia
Y he aquí, daré a tus siervos, los trabajadores que cortan la madera, veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.
Ahora pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino, de los cuales ha hablado.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
Y enviaron a llamarlo. Entonces vino con todo Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:
Entonces vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día como el rey lo había dicho, diciendo: Volved a mí al tercer día.
Pero la palabra del SEÑOR vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
También reforzó las fortalezas y puso comandantes en ellas, y provisiones de víveres, aceite y vino.
con mil doscientos carros y sesenta mil hombres de a caballo. Y era innumerable el pueblo que vino con él de Egipto: libios, suquienos y etíopes.
Entonces el profeta Semaías vino a Roboam y a los príncipes de Judá que se habían reunido en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así dice el SEÑOR: ``Vosotros me habéis abandonado, por eso también yo os abandono en manos de Sisac."
Cuando el SEÑOR vio que se habían humillado, vino la palabra del SEÑOR a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré, sino que les concederé cierta libertad y mi furor no se derramará sobre Jerusalén por medio de Sisac.
Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón {de hombres} y trescientos carros, y vino hasta Maresa.
Y el Espíritu de Dios vino sobre Azarías, hijo de Oded,
En aquel tiempo el vidente Hananí vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.
Y el terror del SEÑOR vino sobre todos los reinos de las tierras que {estaban} alrededor de Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.
Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel; y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
Entonces el Espíritu del SEÑOR vino en medio de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf,
Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.
La destrucción de Ocozías vino de Dios, por ir a {visitar} a Joram. Pues cuando llegó, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsi, a quien el SEÑOR había ungido para exterminar la casa de Acab.
Y abandonaron la casa del SEÑOR, el Dios de sus padres, y sirvieron a las Aseras y a los ídolos; entonces vino la ira {de Dios} sobre Judá y Jerusalén a causa de esta culpa suya.
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y él se puso en pie, {en un lugar} más alto que el pueblo, y les dijo: Así ha dicho Dios: `` ¿Por qué quebrantáis los mandamientos del SEÑOR y no prosperáis? Por haber abandonado al SEÑOR, El también os ha abandonado."
Ciertamente, el ejército de los arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó a un ejército muy grande en sus manos, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, no dejes que el ejército de Israel vaya contigo, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.
Y vino contra él Tilgat-pilneser, rey de Asiria, y lo afligió en vez de fortalecerlo.
Por tanto vino la ira del SEÑOR contra Judá y Jerusalén, y El los hizo objeto de espanto, de horror y de burla, como {lo} veis con vuestros propios ojos.
Y se regocijó toda la asamblea de Judá, junto con los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo que vino de Israel, tanto los peregrinos que vinieron de la tierra de Israel como los que habitaban en Judá.
Después de estos actos de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió a Judá y sitió las ciudades fortificadas, y mandó conquistarlas para sí.
Mas Ezequías no correspondió al bien que había recibido, porque su corazón era orgulloso; por tanto, la ira vino sobre él, sobre Judá y sobre Jerusalén.
Pero después Ezequías humilló el orgullo de su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén, de modo que no vino sobre ellos la ira del SEÑOR en los días de Ezequías.
{Hizo} también almacenes para el producto de granos, vino y aceite, corrales para toda clase de ganado y apriscos para los rebaños.
Sin embargo, Josías no quiso retirarse de él, sino que se disfrazó para combatir contra él; tampoco escuchó las palabras de Necao {que venían} de boca de Dios, sino que vino a entablar batalla en la llanura de Meguido.