'Vino' en la Biblia
la palabra del SEÑOR fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos junto al río Quebar, y allí vino sobre él la mano del SEÑOR.)
Después de los siete días vino a mí la palabra del SEÑOR:
La mano del SEÑOR vino allí sobre mí, y El me dijo: ``Levántate, ve a la llanura, y allí te hablaré."
Por la mañana vino a mí la palabra del SEÑOR:
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
``Dirás: `Así dice el Señor DIOS: ``Una gran águila de grandes alas, Largos piñones y espeso plumaje de muchos colores, Vino al Líbano y se llevó la copa del cedro;
``Dile ahora a la casa rebelde: ` ¿No saben lo que {significan} estas cosas?' Di: `El rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey y a sus príncipes y los llevó consigo a Babilonia.
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
"Ellos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser ejemplo para las mujeres, pues se ejecutaron juicios contra ella.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR en el año noveno, el mes décimo, a los diez {días} del mes:
Entonces les respondí: ``La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo:
En el año undécimo, el día primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
"Damasco era tu cliente por la abundancia de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, por el vino de Helbón y la lana blanca.
En el año décimo, el {mes} décimo, a los doce {días} del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año veintisiete, el {mes} primero, el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año once, el {mes} primero, el {día} siete del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año undécimo, el {mes} tercero, el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año duodécimo, el {mes} duodécimo, el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año duodécimo, el día quince del mes, vino a mí de nuevo la palabra del SEÑOR:
En el año duodécimo de nuestro destierro, a los cinco {días} del mes décimo, vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: ``La ciudad ha sido tomada."
La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos.
En el año veinticinco de nuestro destierro, al principio del año, a los diez {días} del mes, catorce años después de haber sido tomada la ciudad, en aquel mismo día vino sobre mí la mano del SEÑOR, y me llevó allá.
Tenía el aspecto de la visión que vi, como la visión que había visto cuando El vino a destruir la ciudad; y las visiones {eran} como la visión que yo había visto junto al río Quebar. Entonces me postré sobre mi rostro.
"Ningún sacerdote beberá vino cuando entre al atrio interior.