Estas son las vestiduras que harán: un pectoral, un efod, un manto, una túnica tejida a cuadros, una tiara y un cinturón; y harán vestiduras sagradas para tu hermano Aarón y para sus hijos, a fin de que me sirvan como sacerdotes.

Tejerás a cuadros la túnica de lino fino, y harás una tiara de lino fino; harás también un cinturón, obra de un tejedor.

Harán también el efod de oro, de {tela} azul, púrpura {y} escarlata y de lino fino torcido, obra de hábil artífice.

También hizo el efod de oro, de {tela} azul, púrpura y escarlata y de lino fino torcido.

E hizo el pectoral, obra de hábil artífice como la obra del efod: de oro, de {tela} azul, púrpura y escarlata y de lino fino torcido.

Hicieron también campanillas de oro puro, y pusieron las campanillas entre las granadas alrededor de todo el borde del manto,

la tiara de lino fino, los adornos de las mitras de lino fino, los calzoncillos de lino, de lino fino torcido,

Y puso sobre él la túnica, lo ciñó con el cinturón, lo vistió con el manto y le puso el efod; y lo ciñó con el cinto tejido del efod, con el cual se {lo} ató.

Samuel siendo niño, ministraba delante del SEÑOR, usando un efod de lino.

Entonces el rey dijo a Doeg: Vuélvete y ataca a los sacerdotes. Y Doeg edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino.

Y sucedió que cuando Abiatar, hijo de Ahimelec, huyó a {donde estaba} David en Keila, descendió {con} un efod en la mano.

Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: Te ruego que me traigas el efod. Y Abiatar llevó el efod a David.

David danzaba con toda {su} fuerza delante del SEÑOR, y estaba vestido con un efod de lino.

La justicia será ceñidor de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.

Se puso la justicia como coraza, y el yelmo de salvación en su cabeza; como vestidura se puso ropas de venganza, y se envolvió de celo como de un manto.

Estad, pues, firmes, CEÑIDA VUESTRA CINTURA CON LA VERDAD, REVESTIDOS CON LA CORAZA DE LA JUSTICIA,

Pero puesto que nosotros somos del día, seamos sobrios, habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por yelmo la esperanza de la salvación.

Y así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: {los jinetes} tenían corazas {color} de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos {eran} como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.

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Spanish: Reina Valera Gómez
Spanish: Sagradas Escrituras 1569