Parallel Verses
Spanish: Reina Valera Gómez
Ríos de aguas derraman mis ojos, por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
La Biblia de las Américas
Arroyos de agua derraman mis ojos a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Pe: Ríos de aguas echan mis ojos, por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
Reina Valera 1909
Ríos de aguas echan mis ojos, por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Arroyos de lágrimas derraman mis ojos A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén).
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Pe : Ríos de aguas echan mis ojos, por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
New American Standard Bible
My eyes run down with streams of water Because of the destruction of the daughter of my people.
Referencias Cruzadas
Lamentaciones 2:11
Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
Salmos 119:136
Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
Jeremías 9:1
¡Oh si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!
Jeremías 9:18
que se den prisa y hagan lamento sobre nosotros, para que nuestros ojos derramen lágrimas, y nuestros párpados destilen aguas.
Jeremías 13:17
Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová es llevado cautivo.
Lamentaciones 1:16
Por esta causa yo lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas; porque el consolador que debiera reanimar mi alma se alejó de mí; mis hijos están desolados, porque el enemigo prevaleció.
Lamentaciones 2:18
El corazón de ellos clamaba al Señor: Oh muro de la hija de Sión, corran tus lágrimas como un arroyo día y noche; no descanses, ni cesen las niñas de tus ojos.
Jeremías 4:19
¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.
Romanos 9:1-3
Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo.