'Yo soy el Señor' en la Biblia
Y le dijo: Yo soy el SEÑOR, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.
Y he aquí, el SEÑOR estaba encima de ella, el cual dijo: Yo soy el SEÑOR Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu simiente.
Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy el SEÑOR;
Por tanto dirás a los hijos de Israel: Yo soy el SEÑOR; y yo os sacaré de debajo de las cargas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes.
Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto.
Y os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo soy el SEÑOR.
Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Yo soy el SEÑOR; di al Faraón rey de Egipto todas las cosas que yo te digo a ti.
Y sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR, cuando extendiere mi mano sobre Egipto, y sacare los hijos de Israel de en medio de ellos.
Así ha dicho el SEÑOR: En esto conocerás que yo soy el SEÑOR; he aquí, yo heriré con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se volverá sangre.
Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que ninguna suerte de moscas haya en ella; a fin de que sepas que yo soy el SEÑOR en medio de la tierra.
y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que di entre ellos; y para que sepáis que yo soy el SEÑOR.
Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias; y haré juicios en todos los dioses de Egipto. Yo soy el SEÑOR.
Y yo endureceré el corazón del Faraón para que los siga; y seré glorificado en el Faraón y en todo su ejército; y sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR. Y ellos lo hicieron así.
y sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR, cuando me glorificaré en el Faraón, en sus carros, y en su gente de a caballo.
y dijo: Si oyeres atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad, de las que envié a los egipcios, te enviaré a ti; porque yo soy el SEÑOR tu Sanador.
Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el SEÑOR tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, de los que me aborrecen,
Y conocerán que yo soy el SEÑOR su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos: Yo soy el SEÑOR su Dios.
Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados, porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy el SEÑOR que os santifico.
Y pasando el SEÑOR por delante de él, proclamó: Yo soy el SEÑOR, YO SOY fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
Porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no ensuciéis vuestras almas con ningún reptil que anduviere arrastrándose sobre la tierra.
Porque yo soy el SEÑOR, que os hago subir de la tierra de Egipto para seros por Dios; seréis pues santos, porque yo soy santo.
Habla a los hijos de Israel, y diles: Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Mis derechos pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Por tanto mis estatutos y mis derechos guardaréis, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo soy el SEÑOR.
Ningún varón se allegue a ninguna mujer cercana de su carne, para descubrir su desnudez. Yo soy el SEÑOR.
Y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego a Moloc; no contamines el nombre de tu Dios: Yo soy el SEÑOR.
Guardad, pues, mi observancia, no haciendo algo de las leyes de las abominaciones que fueron hechas antes de vosotros, y no os ensuciéis en ellas. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis sábados guardaréis. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y no juraréis en mi nombre con mentira, ni ensuciarás el nombre de tu Dios. Yo soy el SEÑOR.
No maldigas al sordo, y delante del ciego no pongas tropiezo, mas tendrás temor de tu Dios. Yo soy el SEÑOR.
No andarás chismeando en tu pueblo. No te pondrás contra la sangre de tu prójimo. Yo soy el SEÑOR.
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR.
Mas al quinto año comeréis el fruto de él, para que os haga crecer su fruto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo soy el SEÑOR.
Mis sábados guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo soy el SEÑOR.
No os volváis a los encantadores y a los adivinos; no los consultéis ensuciándoos con ellos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo soy el SEÑOR.
Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros; y ámalo como a ti mismo; porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Balanzas justas, pesas justas, efa justo, e hin justo tendréis. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.
Guardad pues todos mis estatutos, y todos mis derechos, y ponedlos por obra. Yo soy el SEÑOR.
Santificaos, pues, y sed santos, porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo soy el SEÑOR que os santifico.
Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.
Ni saldrá del santuario, ni ensuciará el santuario de su Dios; porque la corona del aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo soy el SEÑOR.
Di a Aarón y a sus hijos, que se abstengan de las santificaciones de los hijos de Israel, y que no ensucien mi santo nombre en lo que ellos me santifican. Yo soy el SEÑOR.
Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, para contaminarse en ello. Yo soy el SEÑOR.
Guarden, pues, mi observancia, y no lleven pecado por ello, y mueran por ello cuando la profanaren. Yo soy el SEÑOR que los santifico.
En el mismo día se comerá; no dejaréis de él para otro día. Yo soy el SEÑOR.
Guardad pues mis mandamientos, y ponedlos por obra. Yo soy el SEÑOR.
Y no ensuciéis mi santo nombre, y yo me santificaré en medio de los hijos de Israel. Yo soy el SEÑOR que os santifico;
que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR.
Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel, cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Un mismo derecho tendréis; como el extranjero, así será el natural; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y no engañe ninguno a su prójimo; mas tendrás temor de tu Dios; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.
Porque míos son los hijos de Israel; son esclavos míos, a los cuales saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis título, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Guardad mis sábados, y tened en reverencia mi santuario: Yo soy el SEÑOR.
Yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus esclavos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro alto.
Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de los gentiles, para ser su Dios: Yo soy el SEÑOR.
porque mío es todo primogénito; desde el día que yo maté todos los primogénitos en la tierra de Egipto, yo santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo soy el SEÑOR.
Y tomarás a los levitas para mí, (yo soy el SEÑOR), en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel; y los animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel.
Toma los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de sus animales; y los levitas serán míos. Yo soy el SEÑOR.
También en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de vuestra paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios: Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Yo el SEÑOR vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de siervos.
No te inclinarás a ellas ni les servirás; porque yo soy el SEÑOR tu Dios, fuerte, celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Nunca comisteis pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supieseis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y os dije: Yo soy el SEÑOR vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; mas no oísteis mi voz.
Y he aquí un profeta vino a Acab rey de Israel; y le dijo: Así ha dicho el SEÑOR: ¿Has visto esta gran multitud? He aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy el SEÑOR.
Vino entonces el varón de Dios al rey de Israel y le habló diciendo: Así dijo el SEÑOR: Por cuanto los sirios han dicho, el SEÑOR es Dios de los montes, no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, para que conozcáis que yo soy el SEÑOR.
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré.
Yo soy el SEÑOR. Este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Porque yo soy el SEÑOR, Dios tuyo, el Santo de Israel, guardador tuyo. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Yo, yo soy el SEÑOR; y fuera de mí no hay quien salve.
Yo soy el SEÑOR, Santo vuestro, Criador de Israel, vuestro Rey.
Así dice el SEÑOR, Redentor tuyo, y Formador tuyo desde el vientre: Yo soy el SEÑOR, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;
y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy el SEÑOR, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
Yo soy el SEÑOR, y ninguno más hay ; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste;
para que se sepa desde el nacimiento del sol, y desde donde se pone, que no hay más que yo. Yo soy el SEÑOR, y ninguno más que yo.
Que formo la luz, y creo las tinieblas; que hago la paz y que creo el mal. Yo soy el SEÑOR, que hago todo esto.
Porque así dijo el SEÑOR, que crea los cielos; él mismo, el Dios que forma la tierra, el que la hizo, y la compuso. No la creó para nada; para que fuese habitada la creó: Yo soy el SEÑOR, y ninguno más que yo .
No hablé en escondido, en un lugar oscuro de la tierra. No en balde dije a la generación de Jacob: Buscadme; yo soy el SEÑOR que hablo justicia, que anuncio rectitud.
Y reyes serán tus ayos; y sus reinas, tus amas de leche ; el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy el SEÑOR, que no se avergonzarán los que me esperan.
Y a los que te despojaron, haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con mosto; y toda carne conocerá que yo soy el SEÑOR, Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.
Y mamarás la leche de los gentiles, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo soy el SEÑOR, el Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero, dijo el SEÑOR.
Yo soy el SEÑOR, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Y les daré corazón para que me conozcan, que yo soy el SEÑOR, y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.
He aquí que yo soy el SEÑOR, Dios de toda carne; ¿por ventura se me encubrirá a mí alguna cosa?
Y sabrán que yo soy el SEÑOR, y que no en vano dije que les había de hacer este mal.
Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando sus muertos estarán en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, en todo collado alto, y en todas las cumbres de los montes, y debajo de todo árbol sombrío, y debajo de toda encina espesa, lugares donde dieron olor suave a todos sus ídolos.
Y extenderé mi mano sobre ellos, y tornaré la tierra asolada y espantosa, más que el desierto de Diblat, en todas sus habitaciones; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y tus abominaciones estarán en medio de ti; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; según tus caminos pondré sobre ti, y tus abominaciones serán en medio de ti; y sabréis que yo soy el SEÑOR el que hiero.
Yo soy el Señorno en Spanish: Sagradas Escrituras 1569
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