60 Versículos de la Biblia sobre Jerusalén

Pedid la paz de Jerusalem: Sean prosperados los que te aman.

Mas á Jerusalem he elegido para que en ella esté mi nombre, y á David he elegido para que fuese sobre mi pueblo Israel.

Mas la Jerusalem de arriba libre es; la cual es la madre de todos nosotros.

Como Jerusalem tiene montes alrededor de ella, Así Jehová alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.

Así ha dicho el Señor Jehová: Esta es Jerusalem: púsela en medio de las gentes y de las tierras alrededor de ella.

Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

DISCURRID por las plazas de Jerusalem, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo la perdonaré.

Jehová edifica á Jerusalem; A los echados de Israel recogerá.

Haz bien con tu benevolencia á Sión: Edifica los muros de Jerusalem.

Y acontecerá, que los de las familias de la tierra que no subieren á Jerusalem á adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.

Mas Judá para siempre será habitada, y Jerusalem en generación y generación.

Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y respondióme: Estos son los cuernos que aventaron á Judá, á Israel, y á Jerusalem.

Clama aún, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aun serán ensanchadas mis ciudades por la abundancia del bien; y aun consolará Jehová á Sión, y escogerá todavía á Jerusalem.

Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalem; suéltate de las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sión.

Los que escapasteis del cuchillo, andad, no os detengais; acordaos por muchos días de Jehová, y acordaos de Jerusalem.

Nuestros pies estuvieron En tus puertas, oh Jerusalem;

DESPUÉS de estas cosas, era un día de fiesta de los Judíos, y subió Jesús á Jerusalem.

Haya paz en tu antemuro, Y descanso en tus palacios.

Y díjele: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir á Jerusalem, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud.

Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en las calles.

Mas Jesús, vuelto á ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloréis á mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos.

Así dice Jehová: Yo he restituído á Sión, y moraré en medio de Jerusalem: y Jerusalem se llamará Ciudad de Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aun han de morar viejos y viejas en las plazas de Jerusalem, y cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días.

Bendígate Jehová desde Sión, Y veas el bien de Jerusalem todos los días de tu vida.

Por razón de tu templo en Jerusalem Los reyes te ofrecerán dones.

Y volvíles respuesta, y díjeles: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos: que vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni memoria en Jerusalem.

Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones á buscar á Jehová de los ejércitos en Jerusalem, y á implorar el favor de Jehová.

Mas ahora parto para Jerusalem á ministrar á los santos.

Entonces se levantaron los cabezas de las familias de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y Levitas, todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir á edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalem.

Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón? porque yo no sólo estoy presto á ser atado, mas aun á morir en Jerusalem por el nombre del Señor Jesús.

Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella.

Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Ni le deis tregua, hasta que confirme, y hasta que ponga á Jerusalem en alabanza en la tierra.

Y tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión vendrá hasta ti: y el señorío primero, el reino vendrá á la hija de Jerusalem.

Y será en aquel día, que yo pondré á Jerusalem por piedra pesada á todos los pueblos: todos los que se la cargaren, serán despedazados, bien que todas las gentes de la tierra se juntarán contra ella.

Porque Agar ó Sinaí es un monte de Arabia, el cual es conjunto á la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos.

Y díjole: Corre, habla á este mozo, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalem á causa de la multitud de los hombres, y de las bestias en medio de ella.

Y todos los que quedaren de las gentes que vinieron contra Jerusalem subirán de año en año á adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, y á celebrar la fiesta de las Cabañas.

Y pondré á Jerusalem en montones, por moradas de culebras; y pondré las ciudades de Judá en asolamiento, que no quede morador.

Y levantándose en la misma hora, tornáronse á Jerusalem, y hallaron á los once reunidos, y á los que estaban con ellos.